Una vez que te enamoras no hay vuelta atrás, es fácil querer a alguien y sobre todo amarla si es la persona indicada, mañana es 14 de Febrero como saben ese muy esperado día llamado San Valentin o como quieran llamarlo, en la universidad donde estudio siempre hacen un baile para ese dado día, y como siempre yo no tengo nadie quien me lleve.Me encontraba sentada en la escaleras, como todo el tiempo manteniendo un perfil bajo así no seria notada por nadie, podía ver a las chicas emocionadas por el día de mañana pero para mi era algo sumamente idiota, bueno tal vez lo pensaba por el echo de estar sola, pero volviendo al tema, me adentré a buscar una canción en mi teléfono.
Aunque aparente ser una chica ruda y con perfil sospechoso, pero la realidad ante esto solo soy una más del montón.
Encontré una muy interesante "Just one day" el grupo era desconocido así que sin más me dispuse a escucharla, la letra era realmente bonita, las diferencias en las voces eran geniales, en realidad me había gustado la canción.
Me levante de las escaleras y sacudí mi ropa al escuchar el timbre de entrada a la siguiente clase, acomode mis auriculares y todo el camino a clase tarareé la canción era realmente pegadiza, las clases pasaron volando irónicamente, coloque mis libros en mi mochila y me dirigí a la salida, mi bolso se encontraba algo pesado y al darme cuenta que uno de mis cierres estaba abierto quise cerrarlo.Aunque la brusquedad con la que lo hice fue demasiada haciendo que este se rompiera y todo el contenido terminara en el suelo.
Ahora me encontraba frustrada lo único que agradecía era que había sido al terminar la clase y no durante ella, baje un poco mi cuerpo hasta quedar sentada en mis piernas, con eso hecho comencé a recoger todas mis cosas al casi tener la mitad de las cosas, note que alguien más se dispuso ha ayudarme. Sonreí sin mirar a esa persona y al levantarme dije un simple gracias, subí la mirada y me sorprendí al ver un chico, era extraño ya que normalmente ninguno se me acerca. - Gracias -. Dije de manera algo tímida, ya que enserio jamás me habían ayudado. - No es nada, espero no se hayan dañado tus libros -. Pude sentir su mirada directamente a mis ojos, no podía evitarlo era sumamente lindo, lo miré unos segundos y note sus hermosos ojos, su piel se notaba suave y muy bien cuidada, sus labios de un color rojo suave, y su voz era tan hermosa.
Note que el ambiente se hizo al incómodo, o al menos para mi. - Bueno, si me disculpas debo irme... ¡Muchas gracias por ayudarme ! -. Dije eso último tomando los libros faltantes de sus manos, haciendo contacto con estas pude sentir el rubor en mis mejillas, por lo que salí lo más pronto del salón. Giré un segundo para verlo de nuevo, y evidentemente seguía en ese lugar, justo en la puerta con una sonrisa cálida.Seguí caminando pero esta vez aligerando un poco el paso, salí de la universidad, busque un asiento en la parada del bus, haciendo nuevamente lo que había hecho todo el día escuchar música. Miré a los lados percatando no distraerme, ya que siempre por estar de distraída dejaba pasar el bus.
Al llegar me subí y fui hasta el último asiento, era un camino algo largo para llegar a mi casa por lo que tenía suficientes canciones para el viaje, ubique mi mirada a la ventana, pensando en lo que había pasado no hace mucho, era extraño pero sabia que lo había visto antes en algún lugar, igual de todos modos seguro no lo volvería a ver.
Detuve el bus una parada antes, pagué mi pasaje y me dispuse a bajar, camine hasta llegar a mi casa pero para mi sorpresa mi madre estaba sentada afuera de ella, al parecer regaba las plantas, la salude desde lejos haciendo que ella se levantará para correr ha abrazarme, ella siempre se emocionaba al verme llegar. La miré un momento para luego entrar a nuestra casa, coloque mi bolso en el mueble para después sentarme a un lado de este. - ¿Como te fue hoy? -. Mi madre enserio que sonreía al verme, pero me agradaba ya que tenía ese brillo especial en los ojos. - Me fue bastante bien. ¿Y tú madre?. ¿Como estuvo tú día? -. Dedique una cálida sonrisa para ella, mientras me ponía de pie y me dirigía a su lado. - Pues, muy bien estaba emocionada por tú llegada. Además de estar muy aburrida, si te digo, a penas terminé de cocinar y ya estaba aburrida -. Me miro como si fuera una niña pequeña y luego volteo para mirar a la cocina. - ¡Oh!. ¿Enserio?... Bueno ya estoy aquí así podemos divertirnos, por cierto no iré mañana a la universidad -. Baje la mirada y la dirigí a mis dedos mientras jugaba con ellos. - ¿Que?. ¿Porque?. ¿Es por el día de San Valentin? -. Mi madre sabia exactamente que no sería el día para mi, si aun recuerdo esa vez que un chico se me declaro para luego decir que se había confundido, y de esa manera dejarme en ridículo en la escuela. - Hm. Sabes que si, no quiero que vuelva a pasar lo mismo, además hay un estúpido baile, no tengo pareja, nada que ponerme y mucho menos ganas de ver a esas parejas bailando, mientras yo solo me quedo en el rincón como siempre -. Solté un suspiró he inmediato mi madre comprendió que era difícil para mi. - ¡Esta bien! -. Sobo mi cabello mientras me regalaba una sonrisa. - Ve si quieres, y si no pues solo veamos una película y tomemos algo solo nosotras. - Gracias mamá de verdad me ayudaría mucho, sabes que de verdad, de verdad, de verdad, desprecio esos bailes -. Bufé, quien quería estar en ese baile idiota, era evidente que todos se aburrirán. Abrace a mi madre para irme a mí habitación darme un baño, y seguro colocarme a escribir en mi computadora, busque ropa cómoda y me senté en la cama, viendo directamente a mi costado, busque mi computadora para escribir en un documento, que prácticamente era como mi diario personal. Revise algunas cosas, y me conecte a Internet. Por alguna razón me sentía aburrida, y con el cuerpo pesado. Aunque odiara admitirlo seria mejor para mi, ya que tendría una estúpida excusa para no ir mañana. A los treinta minutos ya me había aburrido, claro aún más de lo que estaba así que para finalizar mi escrito. Copie el encuentro con ese chico, enserio que había sido extraño, cada vez que cerraba los ojos podía ver su imagen en mi mente. Tuve que admitirlo, ese chico estaba jodidamente lindo, era como una estatuilla de porcelana. Tenía una mirada tierna y amable, a pesar de todo también llena de misterio, me volteé quedando boca arriba, observe un rato el techo, coloque mi mano en mi cara con algo de frustración. Para la final solo mirar de nuevo mi computador y escribir. ¿Lo volveré a ver?. Al día siguiente, me desperté aun mejor ya no me dolía el cuerpo, así que me levante para ir a tomar una ducha, cepille mis dientes y al terminar mi aseó. Busqué algo de ropa, me cepille el cabello, y perfume un poco.