Bienvenida.

161 19 7
                                    

Kwon Ji Yong era un chico de 25 años de edad, quien por cosas del destino dejo de ser el tipo rebelde y endereso su camino. Todo eso gracias a una chica, y al amor.

Tan trivial.
• • •


Era una tarde de Junio, Ji Yong llegaba del trabajo. Para todo aquel que lo conociera pensaría que tiene la mejor de las suertes, y así lo es. Quizá haya salvado algún país en su anterior vida porque la que tenía hoy en día solo en las peliculas la vez.

- Estoy en casa! - Dio aviso mietras dejaba las llaves y chaqueta en el sofá de la sala principal. Al no obtener respuesta decidió subir a la recamara, entre mas se acercaba podía escuchar mas claros aquellos extraños sonidos provenir del baño de la habitación.

Toco la puerta tres veces, confundido.

- No entres! - se escucho aquella voz femenina.

- Sandara, ¿Te encuentras bien? - Su voz ahora era un poco mas desesperada y con un claro tono de preocupación.

- Sí bebé, estoy bien - se sintio el movimiento de la chapa, y entonces salió.

Mostrando la mejor y mas bella de las sonrisas, salió del cuarto de baño aquella mujer de cuerpo delgado y tez blanca que ahora era palida. Sandara, Park Sandara era el nombre de aquella mujer; del primer y único amor de Ji Yong, de su esposa.

Ambos habían mantenido un noviazgo de 6 años hasta que Ji Yong decidió que era hora de formalizar su relación. Hoy celebrarían su segundo aniversario de bodas por lo cual vendrían familiares y amigos a celebrar.

- ¿Segura?, ¿No necesitas ir a urgencias? - dio paso para que Sandara pasara, y justo despues ir detrás de ella.
- Ji Yong - giro en seco - Cuando digo que estoy bien, es por que realmente lo estoy - Sonrió.

Y así quedo. Pasaron las horas, y el momento para recibir a sus invitados se acercaba.

- Sandara! Ayudame! - Se le escucho quejar desde la cocina pero aún así fue hacia donde su marido.

- Dime - no vio rastro alguno de él así que decidió regresar para terminar de limpiar la cocina antes de que sus invitados llegaran.

Al girar sintió como con fuerza fue jalada hacía el sofá y en menos de un segundo sintió el peso masculino sobre su cuerpo.

Una sonrisa picara adornaba el rostro de Ji Yong.

- No me encontraste, ahora tendras que ser castigada - susurro en el oido ajeno.
- Ji Yong, dejate de bro- ¡Mhg! - su boca se entre abrio ante el toque de la mano fría que se escabullía por debajo de sus prendas - Ji ... Es ... En - Su respiración comenzó a ser entrecortada, en señal de que su excitación estaba ahí presente.

Por su parte Ji Yong estaba comenzando a sentir el dolor en su entre pierna, comenzo a rozar su miembro ya erecto con el trasero de Sandara quien gimió ahogado ante el roce. El dolor aumento pero antes de poder hacer algo al respecto se escucho la puerta abrirse. Habían llegado.

La noche transcurrió tranquila, hubieron un par de regalos, risas, platicas triviales, algunos consejos. Unos cuantos tragos de vino y champagne, una buena cena y el final de la noche había llegado.

Mi pequeño milagro. 〣NYONG♥DAL〣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora