Hace un tiempo no muy lejano, un joven se propuso encontrar la luz que hay entre las hojas, su vida no estaba en esos momentos de alguna dirección o faro que le guiara, pues el solo era una hoja en blanco, buscando colores en personas oscuras, ya había escuchado entre paredes unos ligeros susurros, suaves pero muy claros del árbol de la luz y de los resultados de quienes lograban aprovechar la sabiduría que entre sus hojas escondía.El joven Entendía que necesitaba un plan para poder encontrar dicho árbol, en su mente se creaba una idea del árbol, imaginaba algo muy grande y de una luz cegadora de hojas inmensas y de una inmensa escritura, dejo volar su imaginación y la emoción hacia latir muy rápido su corazón. Preparo un bulto pequeño con pasta dental, cepillo, un jabón, y emprendió el camino lleno entusiasmo y alegría, todo el que lo veía sentía su buena vibra y hasta se contagiaban, una ancianita que estaba sentada en el parque que le quedaba a la salida del pueblo le llamo la atención de tanto entusiasmo y le pidió que se acercara, y el joven con una gran sonrisa se acercó y le pregunto,
-¿En qué puedo ayudarla dulce señora?
- Tu rostro refleja tanta alegría y entusiasmo y me llama la atención pues no hay muchos de esos por estos rumbos, ... y dime jovencito ¿qué te llena de tal magia?
- En los años que tengo de vida y que mi memoria me arroja, siempre he querido tener una luz que me guie hacia la verdadera felicidad y alcanzar el éxito, no puedo contar con mis padres pues no saben más que cuidar de la tierra y sus animales, yo busco algo más.
¿Y dónde pretendes encontrarlo? -preguntó la dulce señora.
Él le responde que había escuchado detrás de una pared, que hablaban de una luz, una luz que está debajo de las hojas y por eso ha salido a buscar ese árbol y para poder tener la luz que necesita.- ¿y sabes tú la dirección?
-No, pero imagino que es un árbol muy grande y que se divisa a gran distancia, sé que lo encontraré, solo pretendo escalar una montaña alta y desde ahí poder verlo; así es como sabré hacia qué camino correr, es mi gran sueño pues entiendo que así cambiara mi vida y la de mis padres y hermanos, estoy convencido de ello, ya hago más que soñar me veo vestido de esa luz y de cómo podre iluminar a otros.
Los ojos de la señora se redondearon como la forma de la luna y con mares salados que salían de sus ventanales abiertos a los sueños que aquel joven le revelaba, no se contuvo más y le dijo.
-En la vida hay muchas cosas escondidas de formas misteriosas o más bien de formas muy sencillas que pasan desapercibidas a nuestra vista, a nuestros sentidos pues no los agudizamos, es decir no hacemos un esfuerzo para poder entender, ver oír, sentir o saborear, ahí está el secreto de y el sabor de la vida, ¿recuerdas el lugar donde escuchaste lo de la luz bajo las hojas?
-Sí, no puedo olvidarlo.
-¿Y cómo era?
-Bueno es un lugar donde van muchos niños, jóvenes y algunos adultos.
-¿Qué llevaban en las manos?
Algunos llevaban bulto y otros llevaban unas cosas como si fueran tablas pequeñas por su forma era algo raro, pues veía que las dividían en muchas partes al agarrarlas o moverlas con sus dedos de un lado a otro sin romperla, era muy raro...
-Ja, ja, ja, ¿Y cómo estaban sus rostros?
-Muy contentos siempre sonreían, así como usted lo hace ahora.
-Recuerdas cuando hablabas de la luz bajo las hojas y no te fijaste ni con los ojos ni con tus oídos que es algo simple pero muy valioso lo que se te revelaba, lo que en realidad llevaban en sus bultos y manos se llaman libros y al abrirlos descubres debajo de cada hoja pasada de derecha a izquierda una fuente de luz que te transporta a grandes aventuras, por eso escuchaste lo de la luz debajo de las hojas, al poder decodificar este mensaje puede que estés frente a la clave de tu vida exitosa, si descubres el valor y sabiduría que hay debajo de las hojas.