La tierra futurista, es un lugar inhóspito dado a todos los seres malignos que la habitan.
En el año 2018 cayó una bomba atómica que transformó a todo ente terrestre en abominables criaturas malignas como el mismísimo demonio.
No obstante un niño no fue transformado, ese niño llamado Alex tuvo la fortuna de estar en contacto directo con el agua salada, lo que le produjo una inmunidad temporal contra la radiación de la bomba. Ese niño de ojos marrón claro, pelo corto y estatura alta asimiló a los pocos días que debía encontrar agua, alimento, refugio y armas si quería sobrevivir a las condiciones que se presentaban. Así comenzó el viaje de Alex.
Alex empezó a caminar por la ciudad que pocas semanas antes fue su hogar solo que ahora desolado, destruido y quemado, con cuerpos aún en descomposición. Caminó hasta que encontró un ser que le barraba el paso, ese ser era tan malévolo y horrendo que resultaba indescriptible. Despavorido corrió camino abajo con el monstruo pisandole los talones, tuvo la fortuna que que ese ente por muy fuerte y grande que fuere también era muy torpe y gordo con lo que a Alex le bastó con meterse en un callejón estrecho, el monstruo lo acechó un buen rato hasta que decidió irse.
Alex escaló entonces entre unas escaleras que había por allí cerca y con gran habilidad
logró salir del callejón sorteando el muro del lugar opuesto a la entrada, así siguió caminando, esta vez con un poco más de cuidado. Al rato encontró una pastelería a la que accedió para ver si podía comer algo ya que estaba hambriento después de casi un día sin alimentarse. Entró y no vio nada comestible hasta que fijó la vista en un bollo de crema que había tirado en un rincón, se agacho con ilusión a recogerlo, hasta que se paró en seco al escuchar una voz femenina:
-No toques mi comida
Rápidamente Alex se giró y pudo ver a una chica de ojos azules y pelo rubio que le apuntaba a la cabeza con una escopeta:
-No sabía que era tuya. -Se disculpó él -No veía a nadie por aquí y llevo mucho tiempo sin comer.
-Esta bien. -Dijo esta apartándose pero sin dejar la escopeta. -Voy a suponer que no eres uno de esos monstruos de ahí afuera o que no te transformarás en uno de ellos y te dejaré comer.
-Te lo agradezco mucho. -Dijo Alex con un tono entre asustado y agradecido.
Los dos se sentaron en unas sillas que había en una sala en la que hablaron mientras el chico devoraba la comida.
-¿Como has sobrevivido?. Preguntó ella
-Pues verás. Dijo Alex: estaba yo con mis hermanos y mi primo en la playa jugando, y a mi primo y a mi se nos ocurrió hacer una carrera hasta el agua, así que gané yo pero mi primo Marc no tuvo tanta suerte y le atrapó el efecto radioactivo de la bomba solo que como rápidamente también tocó el agua poco después no mutó directamente, él sabia que se transformaría en pocos días, ya que vimos el efecto devastador que tuvo en los animales que habían en la zona, por suerte la playa estaba casi vacía cuando fuimos. Así que me dijo que dado que yo había tenido suerte que huyera lejos y brevemente después se fué corriendo entre unas rocas.
-Esa es una historia muy triste. Dijo ella
-Lo sé nunca he vuelto a ver a mi primo, solo de pensar que es uno de esos bichos de ahí afuera, me da mucha pena. -Admitió él – Pero bueno que me cuentas de ti?
-Pues verás: me llamo María y he sobrevivido gracias a que yo con unas amigas nos estábamos tirando agua las unas a las otras, solo que a una de mis amigas se le acabó el agua que tenia y cogió agua salada de una piscina de sal que tenia en mi casa y me lo arrojó entero en la cabeza, En ese instante explotó la bomba.
-Que suerte hemos tenido, no?. -Le comentó Alex
-Si. -Admitió ella -A propósito tengo algo que contarte. Le dijo María -escucha: cuando explotó la bomba empecé a investigar los sucesos de la misma y descubrí mediante documentos que había una alternativa para resucitar a todos los seres vivientes y sanar a los mutados, ese elemento era conocido como el cristal de dios. Me gustaría conseguirlo y que todo volviera a ser normal no crees?. Preguntó
-Si. -Respondió él con decisión.
Así que emprendieron rumbo hacia la central de investigación española donde supuestamente empezó todo. Al rato comprendieron que a pie no llegarían muy lejos así que como Alex ya sabía conducir un poco cojió un coche de la calzada y tras hacerle un puente arrancó.
-Espera. Le dijo María -Antes de que arranques quiero darte esto.
-Alex cojió el revolver que le entregaba María y le dio las gracias.
Se pusieron en marcha a toda velocidad rumbo a la central con el coche , hasta que de repente un monstruo grande y de color purpura de unos ocho o nueve metros, les atacó derribando el vehículo, los dos salieron y se encontraron de bruces con el monstruo el cual golpeó a Alex y lo dejó en el suelo herido en la pierna, seguidamente agarró a María que trató de soltarse con todas sus fuerzas sin éxito.
-Alex ayudame!!!. -Gritó ella.
Alex cojió el revolver del suelo y con valentía disparó 3 veces al monstruo en la cabeza con lo que permitió abatir al ser.
-Muchas gracias!!!. -Dijo ella abrazándose a su amigo.
-De nada. -Dijo este poniéndose colorado
Una vez los dos se levantaron, Alex notó que la pierna no le dolía ya apenas y podría conducir, así, empezaron a caminar en busca de otro vehículo hasta que encontraron una camioneta a la que subieron.
-Puedes conducir?. Preguntó María
-Si. Respondió Alex. -Es extraño però ya no me duele.
Una vez arrancaron se vieron perseguidos por unas criaturas verdes y pequeñas que gateaban rápidamente. María cojió su escopeta y acercándose por la ventana disparó matando a dos criaturas, siguió hasta derribar a todos los monstruos. Finalmente llegaron a la central y allí encontraron un ser muy grande de color rojo y gris con una mano que era un pincho y la otra era un cetro. Levantó la mano del cetro y aparecieron unos zombis que atacaron sin piedad a excepción de uno que se quedó paralizado.
Alex y María con gran dificultad derrotaron a cada uno de los zombis menos al que no atacó, pensaban que no era necesario perder munición a algo que no les resultaba una amenaza. Ese ser gigantesco disparó su mano-pincho contra los chicos pero estos la esquivaron agilmente así siguieron hasta que quedaron acorralados en una esquina, entonces nuevamente el gigante cargó la mano y disparó, fue tan rápido que casi nadie pudo ver bien lo que pasó, el zombi restante se puso delante de ellos tratando de parar el pincho con las manos, los chicos aprovecharon para salir de ahí justo en el momento en el que el zombi era finalmente ensartado por el pincho el cual al estar en contacto con la sangre del zombi, desapareció. Nadie daba crédito a lo que acababa de pasar
pero los chicos apuntaron bien a la cabeza del monstruo en un momento de distracción y dispararon repetidamente, así fue como mataron al enemigo y consiguieron resucitar a todos los seres vivientes y sanar a toda la gente mutada, así fue también como descubrieron que el zombi que les ayudó era en realidad Marc el primo de Alex.
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El viaje de Alex
Science FictionMi primera historia de ciencia ficción, espero que les guste y que les agrade este pequeño universo en el que espero que se metan de lleno. Disfrutenlo