Capítulo 1.

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Septiembre.
Sonó la alarma, eran las 08:30, me levanté de la cama bastante animada y me fui a desayunar con mi familia, por última vez.
Hoy empezaba mi nueva vida, después de dos años tras la beca tan necesaria en mi vida, la conseguí, por fin podría estudiar más relajada, sin tener dos trabajos a la vez; mi familia no era rica, ni mucho menos, todo lo contrario era una familia humilde, la cual intentaba ayudarme, pero como todos sabemos o deberíamos saber...la universidad es muy cara. Había podido pagar los dos primeros años duramente, además de lo igual de duro que había sido haber pasado los cursos con notas excelentes, con tantas dificultades a la hora de organizar el tiempo para estudiar.
Pero por fin, hoy me iba a Madrid, había alquilado allí un pequeño ático en una comunidad bastante agradable, a mi parecer; y después de tanta espera, estudiaría sin tantas dificultades económicas.
Actualmente tengo 19 años, lo que hace difícil encontrar trabajo, ya que mi preparación es bastante básica, pero pensemos de manera positiva dentro de dos años, podré buscar trabajo de lo que de verdad me apasiona: las telecomunicaciones.

Después de ducharme y vestirme, acabé de cerrar las últimas cajas, y horas después ya estaba dirección a Madrid, en un coche que había alquilado.
Al llegar allí, saqué las cajas y las maletas que llevaba en aquel coche negro,y me dirigí al ático. Entré sigilosa,ni siquiera sabía porque actuaba así, ¡era mi nuevo hogar!, esto era emocionante.
Dejé las cajas en la entrada y volví a por las maletas, tras subir todas mis cosas, decidí inspeccionar el ático, el cual constaba de dos habitaciones de tamaño mediano, un baño con ducha y bañera, además de un salón cocina. Era sorprendente la magnifica mezcla de colores en las paredes, se mezclaban un marrón chocolate con un rojo brillante, al igual que en la cocina se mezclaba un gris con un azul cielo, el verdadero propietario de este ático debía tener un gusto exquisito. Sin más dilación, me dispuse a organizar, tanto como a limpiar mi nueva casa; hice las camas, coloqué mis libros, puse la televisión mediana que antes estaba en casa de mis padres, y algunas cosas más de ese estilo.

Sobre las nueve de la tarde, ya estaba todo organizado y limpio, así que tome la decisión de darme una ducha y vestirme para salir a poder cenar algo. Cogí mi ropa, que constaba de unos pantalones vaqueros de talle alto, una camiseta de ombligo,color menta, en la cual ponía "California" en letras negras, y me puse unas vans negras.
Más tarde, después de arreglarme y coger dinero, salí por la puerta con la bolsa de basura en la mano. Tuve suerte, ya que a 10 metros se encontraban los cubos de basura, donde boté la bolsa.
Me di un largo paseo, hasta que encontré un pequeño restaurante que parecía de mi agrado, entré y me senté en una de las mesas del fondo del local y encargué una baguette de bacón y queso, y una botella de agua, a lo que el camarero sonrió amablemente.

Al acabar la fantástica cena, volví al ático, pero cuando subía las escaleras me encontré con una cara conocida, era un chico rubio de ojos marrones, el que me recordaba a uno de mis youtubers favoritos, iLeoVlogs, sin embargo no dije nada, ni intenté llamar su atención, porque me parecía demasiada coincidencia haber dado en el mismo edificio, con lo grande que era Madrid.
Lo observé durante unos minutos, pero con cautela, no quería que mi vecino pensase que estaba loca o algo, deducí que vivía justo debajo de mi, ya que entró en el 3°A y al ático le correspondía el 4°A.

Finalmente, entre en casa, me fui a mi habitación y allí, me coloqué el pijama y me dejé caer en la cama y en pocos segundos, ya había caído dormida.

Me levante con bastante energía, hoy era el primer día de universidad, aunque por la mañana solo tenía dos horas y por la tarde una, desayune y me vestí rápidamente, lo primero que debía hacer al salir de casa era dejar el coche prestado y más tarde y a comparar el precio del bono del metro con el del autobús, y después de solucionarlo, debía ir a rellenar todos los papeles de la universidad, y así, luego entrar a la primera clase.
Tomé unas clases bastante intensas donde conocí a dos amigos que actuaron bastantes alegres conmigo, al tomar la segunda clase, decidí ir a comer con ellos, pasé una hora muy entretenida con mis dos nuevos amigos: Adriana y Luis Miguel. Intercambiamos teléfonos y emails, con la finalidad de poder pasarnos apuntes y quedar algún día que otro.

Después de un largo día, llegué a casa, debía ducharme, hacer un trabajo sobre las cadenas de televisión y cenar algo, el problema que se me presentó es que debía tener que enviar el trabajo por email, y yo ni siquiera había puesto internet en casa, hasta que no supiera lo que podía gastar o lo que iba a ganar, no me quería arriesgar a quedarme sin dinero tan fácilmente, la única opción que me quedaba era pedirle ayuda a algún vecino de la comunidad.
Pregunté a mi vecino de en frente, pero por desgracia, en aquel piso vivía una pareja de ancianos, que se veían muy felices juntos, pero que me habían dicho que no entendían como usarlo, así que no lo contrataron.
En ese momento recordé al chico rubio, aunque de raíces castañas, si el vivía aquí, muy probablemente tendría internet.

Me duché y en una hora conseguí dejar hecho un trabajo bastante decente, salí de casa muy decidida y me acerqué hasta la casa del rubio, llamé a la puerta y esperé durante unos minutos.

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