La luz de la luna cae repentina
sobre el lecho dos cuerpos cansados,
sudorosos, exhaustos por el embrujo
de la noche que suave los envuelve.
luz de tu luna esplendorosa,
alumbra las sensaciones de una noche,
fulgurante de nuestro embrujo
nos vuelve amantes de las estrellas.
Se emborracharon de caricias, de susurros
de palabras nunca pronunciadas
pero veladamente dichas
por dos amantes que se encuentran
una y otra vez en el destino de la vida.
se reposa los delirios de un trinar,
profesado nuestro amor sin condiciones,
nuestras almas se juntan y vuelan
sin dirección precisa que el amar…
envueltos de febril exaltación de los sentidos,
acariciándose con la pasión desatada
de que será una última vez,
el tiempo de amarse es apenas una noche,
esta noche dónde se desatan los instintos,
fragmentos de piel con piel.
conteniendo la pasión de nuestros latidos,
un efusivo querer placentero endulza,
nuestras miradas tan añoradas como ansiadas,
y el tiempo interminable solo para empezar
nuestros instintos viajar a lo profundo,
clímax de nuestros cuerpos se estremecen…
retazos de besos en el inicio de un amanecer.
satén en las sábanas teñidas de jadeos y susurros.
Entre besos y caricias de tus orillas de su ser,
ser el mar que destile tus mareas de un
vaivén…
El goce de los cuerpos cubiertos de perlas de sudor,
de éxtasis de los sentidos.
sentir que me inundas de placer
cuando falte algún brillar
de mis sentidos….
Entregados los dos en una vorágine de
pasión y deseo
que nos une en un mágico instante
entregados a la pasión de los delirios
más intensos de los mismos susurros….
sentir beso a beso la ternura de sus labios
en un derroche de pasión y entrega.
Es la mañana que prefiero amanecer
la plenitud de lo vivido en lo inolvidable…