Capítulo 1

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Rubén se dirigía a casa de Laura, para su sorpresa las luces estaban encendidas, ella nunca estaba en casa a esas altas horas de la tarde, se acercó y llamó al timbre y en unos instantes Matthew ya había abierto la puerta.
—¡Hombre Rubén! Querido...¿Rubius?
Rubén sonrió y abrazo a Matthew.
—Sí Matt. —dijo ilusionado.
—Por cierto, ¿Está la señora en casa? —continuó Rubén mirando al interior.
—No, se ha llevado a Ana a dar una vuelta.
Tras esas palabras a Rubén se le formó una sonrisa tonta en su rostro pálido.
Matthew le invitó a sentarse, Rubén entró y se tumbó en el sofá, acto seguido Matthew se sentó en el sillón. Rubén suspiró.
—Y pensar que hace 2 años creí que ni Ana ni yo viviríamos... —dijo Rubén comprensivo.
—Yo pensaba que Laura no lo contaría, pero mira el lado bueno, estáis bien. —-contestó Matthew sonriendo. —¿Y que querías? —preguntó Matthew curioso.
—Laura me dijo de venir, y además, vengo a dejaros las llaves, que me voy de viaje. —contestó Rubén.
En ese momento, Laura y Ana entraron a la casa.
—Cariño, estamos aquí. —dijo Laura dejando las bolsas en el suelo.
Ana entró corriendo al salón para saludar a Matthew, pero cuando vio a Rubén, no dudó en saltar encima suya y darle un beso.
—¿Que haces aquí? —preguntó Ana curiosa.
—Laura dijo que viniese.
Laura entró al salón, donde se encontraban todos.
—Os preguntareis que qué haceis aquí los tres, os he reunido porque debo daros una gran noticia.
Todos cruzaron miradas serias y firmes.
—¡Estoy embarazada! —exclamó Laura.
En ese momento, Matthew pareciá en shock, pero rápidamente se levantó y fue a abrazarla. Ana gritó de emoción.
—Te vas a poner gorda, ¿Lo sabes? —contestó Rubén haciendo un gran esfuerzo para no reírse.
Laura le miró seriamente levantando una ceja tratando de intimidarle. Este tragó saliva.
—Enhorabuena, queria decir. —balbuceó el castaño.
Ana y Matthew, rieron ante la reacción de Rubén. Él sonrió y abrazó a Laura.
—Abrazo en grupo. —dijo Ana acercandose a ellos.
Tras un rato abrazados Rubén exclamó.
—¡Pero si yo venía a pediros un favor! ¿Os importaría cuidar de mi casa mientras estoy fuera?
—Pero, ¿A donde vas? —preguntó Ana.
—Os acordais de Mangel ¿verdad? Bueno pues como nos hicimos tan amigos hemos decidido hacer un viajecito.
—Quiero acompañaros. —dijo Ana haciendo pucheros.
—No te vuelvo a dejar sola con Rubén. —ella negó con la cabeza bromeando.
Matthew soltó una risilla sarcástica y Ana la miró seriamente.
Laura se encogio de hombros.
—C'est la vie. —Rubén se apoyó sobre una rodilla riendo entre dientes. —te prometo que te llevaré conmigo tarde o temprano.
—Me parece bien. —dijo ella sonriendo.
Rubén se levantó , besó a Ana y caminó hacia la puerta pero antes de salir miró a Laura y exclamó.
—¡Hoy me auto invito a cenar!
—Que te den chaval. —dijo Laura suspirando.
Todos soltaron una carcajada e invitaron a entrar de nuevo a Rubén.
Laura comenzó a preparar la comida para que todos pudiesen disfrutar de una maravillosa cena juntos.
Estos, empezaron a comer con tal gana que parecía que no se habían alimentado en años.
—Mañana me voy, así que me tendréis que guardar las llaves y si podéis cuidar de mi gata Raspberry os lo agradecería mucho. —dijo Rubén sin evitar hablar con la boca totalmente llena de comida.
Laura pareció la única que se percató de su afirmación.
—Claro, tranquilo. —contestó Laura en un hilo de voz.
Cuando finalizaron la cena, Rubén ayudó a recoger a Ana y volvió a su acogedora y enorme casa despidiéndose de ella con un dulce beso. Tendrían que descansar bien para pasar un buen viaje con su amigo Mangel.

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