Era un día lluvioso y muy deprimente, al menos lo era para Juliette, estando recostada sobre su cama, mirando al techo blanco, con miles de pensamientos sobre su cabeza, ninguno bueno claramente, no era un día para sentirse bien, aunque desde hace mucho tiempo ella no sabía lo que era sentirse bien.
Después de algunos minutos, se levantó de su cama, se puso una chaqueta y salió de casa, sin decir nada, sin mirar a nadie, solo estaba concentrada en sus pensamientos y en su camino, realmente, parecía como si fuese caminando bajo la lluvia sin saber a donde iba, sin tener un destino exacto, pero lo tenía.
Estuvo caminando bajo la lluvia durante media hora, después de eso entró a un edificio abandonado y comenzó a subir, algunos cuantos pisos más logró llegar a la parte más alta del edificio y sentía como el aire y la lluvia llegaban a su rostro, eso la hizo detenerse cerrando lentamente los ojos y pensando muy bien lo que haría, pero de verdad ya estaba muy convencida, al abrir los ojos comenzó a caminar hasta llegar al final y se quedo parada justo en la orilla, y su mirada fue hasta abajo observando la altura, analizando la caída.
Cada vez sus pies quedaban más al aire, pero cuando estaba a punto de saltar, alguien la tomó por la cintura devolviéndola a el piso y la miro agitada, era una chica joven, linda y con una hermosa mirada, ambas solamente se miraban hasta que aquella chica decidió romper el silencio.
— ¿Qué jodidos te pasa por la cabeza a ti?
—No pasa nada, solo que estoy cansada de la vida.— Juliette frunció en ceño y miro a la chica— ¿Y tu quién eres, por qué me ayudas?
— Soy Andrea, y te ayudo por que es una locura lo que tienes en la cabeza, no creo que esos problemas sean una buena idea para terminar con tu vida — Dijo Andrea mientras se sentaba por ahí, sin dejar de mirar a Juliette—
—Yo soy Juliette, y gracias por preocuparte pero...— Juliette dirigió la mirada hacía Andrea y no dijo nada, hasta después de un suspiro— pero tienes razón, no se como se me paso por la cabeza esto, muchas gracias.
Juliette había quedado sin palabras para defender su pensamiento, incluso había quedado sin esa clase de pensamientos después de haber mirado a Andrea, ella podía jurar que esa chica era como un ángel, era hermosa, esa chica era su salvación.
Juliette y Andrea continuaron hablando algunas horas más, hasta que todo quedaba muy obscuro a su alrededor, por lo que notaron que ya era tarde, pero ninguna de las dos tenía el deseo de irse, o al menos no tenían el deseo de dejar de hablar, así que intercambiaron números de celular y nombres de sus redes sociales, después de eso Andrea abrazó a Juliette despidiéndose.
— Cuídate mucho, me encantó hablar contigo, eres muy interesante— Dijo Andrea mientras se separaba lentamente de Juliette y la miraba sonriendo— Cuando llegues a casa me envías un texto, quiero asegurarme que estés bien.
— Cuídate también, eres muy linda, al igual que interesante y prometo enviar el texto cuando llegue a casa, igual debes responderme y asegurarme que también llegaste bien.— Juliette la miro sonriendo y se comenzó a alejar de ella.— ¡Espero verte pronto!
Ambas se despedían mientras cada quien tomaba un camino diferente y sonreían, Juliette no podía sacarla de su mente, Andrea tenía algo que a Juliette le había gustado y por fin se sentía bien, no tenía algún mal pensamiento, algo estaba pasando y Juliette lo tenía seguro.
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Un amor de verdad.
RomanceEstá no será una estúpida historia de amor más, está será una muestra de que el amor verdadero llega y nunca se va, nos vamos a adentrar en un mundo de recuerdos, un mundo de sentimientos de verdad. Una historia llena de una triste realidad, una tri...