El Diario De Ashley Brooks

Prólogo

- Ashley, me dijo la psicóloga que no hablaste nada. - Reí y seguí mirando la revista. - Te estamos intentando ayudar, coopera con nosotros.

- Oh, lástima para ustedes. Tengo cáncer, aunque me operen de pies a cabeza no van a lograr ayudarme, ésta mierda se sigue distribuyendo por todo mi cuerpo. Así que gracias por su esfuerzo pero no lo sigan intentando, de todas formas voy a morir igual. - Dicho esto me paré como pude y me fui a la silla de ruedas para abandonar la habitación.

Es la pura verdad, aunque consigan sacarte toda la mierda al pasar de los años te va a volver a aparecer. Te va a seguir vayas donde vayas, porque las células cancerígenas ya se despertaron, y no creo que se vuelvan a dormir.

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Después de haber estado en la terraza del hospital vuelvo a mi habitación y veo un diario en mi cama, y al lado de ella mi doctor y mi psicóloga.

- ¿Qué carajo es esto?. - Pregunté revisando el objeto.

Por lo visto hay que ponerle clave.

- Es un diario. - Respondió el doctor.

- ¡Wow, no me había dado cuenta de que era un diario!. - Dije con demasiado sarcasmo, junto con una falsa cara de felicidad. - Ya sé que es un diario, tan tarada no soy. Me refiero a que, qué mierda hace en mi cama.

- Ya que no quieres hablar, vas a tener que escribir todos tus sentimientos. Y lo vas a escribir todo, hasta la última hoja. - Contó la psicóloga.

Rodee los ojos y tiré el cuaderno por algún lugar de la habitación.

Ni loca voy a usar ese estúpido cuaderno de idiotas.