Capitulo 5
Devolviendome la mirada estaba un cuervo a varios metro de mi. Tras el se asoma un gran castillo. Era una vieja alucinación. A lado de el castillo se encuentra una cueva en donde encierran a los prisioneros, allí se encuentra mi padre ahora, esperando que el sol surja. A primera hora del amanecer el sera ejecutado, o eso es lo que ellos creen.
Mientras camino, veo como el cuervo me sigue, hay algo espeluznante en él. Me detengo a observarlo. Hasta que me llega a la mente; el no había estado en esta alucinación.
–Esta vez sera diferente – Susurra una voz en mi mente. Sabia que era el cuervo. Por un momento quise salir corriendo, pero recordé que no estaba en el mundo real, no tendría ningún sentido hacerlo.
–¿Quien eres? – Pregunte. Se dio la vuelta y se sumergió en el espeso bosque.
Sigo caminando hasta que veo un guardia yendo hacia el calabozo, lo sigo.
El guardia era amigo de mi papá, el iba a ayudarlo a escapar. Abrió la puerta y entré atrás de el. El lugar era igual que antes. Asqueroso. El aire contenía un fuerte hedor a heces y comida rancia, no podía creer que encerraran a alguien aquí.
El guardia, que solía ser amigo del rey, caminó hasta el cubículo de papá y le dio una sobras de pollo y un vaso.
Lo bueno era que en el vaso no había agua, si no una llave.
–En la noche –Gesticulo el guardia a mi padre señalando el vaso. Mi papá asintió, se podía ver lo agradecido que estaba.
El guardia se volteo y por un momento creí que me estaba mirando. Pero solo siguió caminando hacia la salida. Me prepare para caer dormida, pero el momento nunca llego. La alucinación siempre acaba allí. Extrañada, corrí hacia el guardia antes de que cerrara la puerta. No sabia que hacer, así que lo seguí.
–Me imagine que lo ayudarías, Jack. –Dijo el rey, estaba atrás de nosotros. Jack se volteo; no había ni un destello de miedo en sus ojos.
–El no merece la muerte, y lo sabes muy bien. –Dijo Jack entre diente.
–¡Por supuesto que la merece, tuvo una aventura con mi esposa!– Grito el rey.
–Tu la obligaste a que lo fuera, la compraste, Phillip. –Dijo Jack.
–Yo la amaba, salve a su familia, ¡la convertí en reina!–Dijo el rey, se veía realmente triste y decepcionado–. No quiero que muera –Continuo el rey–. Ayúdale a escapar.
Jack miro al rey confundido. El solo se volteo, murmuro algo en la oreja del soldado que lo acompañaba y se fue, dejándonos solo a Jack, al soldado y a mi.
El soldado le explico que iban a iniciar un incendio y la ayudarían a escapar, para que parezca un accidente. Realmente quería escuchar el plan, pero mi mente solo divagaba en el hecho de que el rey si amaba a mi madre.
Empecé a cerrar los ojos, lo ultimo que vi fue al cuervo.
