Todos hemos pasado por ello. Acabas de ir a cierto lugar, a cierta hora y en cierta fecha, hiciste una cosa en particular y lo que se te advirtió que podría suceder acaba de suceder; sin mencionar el hecho de que viste a fuera cual fuese el jodido espectro que vive en tu espejo, te han detallado cómo vas a morir y la criatura altamente demoníaca e invencible que invocaste se dirige hacia ti.
Además, tu familia entera ha muerto, tus amigos han desaparecido y fuiste inculpado por alguien con acceso a tu dormitorio. ¿Qué carajos haces ahora, dulce protagonista?
Bien, has venido al lugar indicado para descubrirlo: estas son las reglas sencillas que alguien debe seguir para, en primer lugar, no convertirse en la víctima de un creepypasta; y, en segundo, para salir victorioso si el peor escenario posible sucede. Con la ayuda de esta guía tú también puedes ser el despojo catatónico y traumatizado en vez del sujeto que actualmente está siendo usado como abrigo por el tipo que merodea mucho. Solo ten estas reglas en mente.