One Shot dedicado completamente a es de ella, de ella y de ella. Puede hacer lo que quiera con él xD
Un castaño se levantó de su pequeña cama, situada al lado de una ventana. El día había amanecido oscuro, la cuidad de Londres era abrazada por una extensa y fría capa de neblina, a pesar de eso, el clima variaba, pero ahora se encontraban a 5°, perfecta para una tarde en la chimenea acompañado de un rico chocolate y galletas recién horneadas. No obstante, Louis no podía disfrutar de nada de eso, al menos hasta que llegara su amo y lo consintiera, sólo rezaba para que no llegara enojado, si no, pagaría las consecuencias.
Se dirigió a la ducha, completamente desnudo, pues Harry le tenía prohibido usar cualquier tipo de prenda. Tenía que ser una ocasión especial como salir a ver a la familia del rizado para que portara aunque sea un digno bóxer. El agua era tibia cuando entró en ella, pasó el jabón por sus nalgas; sintiendo algo escurrirse entre ellas, suspiró y se lavó bien, luego pasó a sus bolas, haciendo el mismo proceso con su pene, y al final terminó con el resto de su cuerpo. Luego de secarse se dirigió a la cama de Harry, era calentita y muy cómoda, también olía bien; olía a Harry y eso a Louis lo fascinaba.
Poco a poco, sintió su miembro despertar, sonrió con gracia, volvió a oler aquel edredón color gris, gimió restregándose un poco; su pene respondió al sensible tacto, pues ya estaba completamente erecto. Se volteó en la cama mirando su hombría totalmente expuesta, pidiendo atención y esperando a ser tocada. La punta estaba un tanto roja mientras que la extensión era muy sustentable. Recordó las veces en las que Harry le decía:
"Me encanta lo grueso que eres, Lou."
Por lo menos estaba contento con su físico, contando que era obligado a hacer ejercicio todos los días con su dieta balanceada, cero grasas o azúcares, nada artificial ni comidas rápidas. Todo era frutas, verduras, pescado, pocas cantidades de arroz, entre otras meriendas.
Tomó su miembro, desde la base hasta la punta; acariciando toda la longitud, soltando un suspiro de satisfacción; comenzó a estimularse recordando en como anoche Harry le hacía el amor. De como le decía apodos cariñoso, también recordando la excelente mamada que le dio, de como se sentían el uno al otro.
Al ver su miembro, pudo imaginarse al rizado haciéndole un maldito oral, o como de costumbre, lo imaginó metido entre sus piernas mientras que este rodeaba la cadera ajena con las suyas; incitándolo a penetrarlo con rapidez a lo que el mayor sonreía, pues le parecía gracioso ver como Louis se desesperaba por que no estuviera en su interior.
Los movimientos de su mano aumentaron, al igual que la sensibilidad en su miembro. Constantemente dejaba salir suspiros con el nombre de su amo y agarrando las sábanas con fuerza cada que sentía que iba a llegar al clímax.
Soltó un alargado "Mierda" cuando se corrió en la cama y en su propio cuerpo, dejando al fin en paz el trozo de carne en aquellas torneadas y rasuradas piernas. Un cansancio invadió su cuerpo, cerró los ojos y con un último suspiro, cayó dormido.
(...)
Luego de unas horas, Louis se levantó al escuchar como una puerta era cerrada. Abrió perezosamente sus zafiros; para encontrarse a un rizado mirándolo con enojo. Frunció el ceño y apoyó sus hombros en aquella gigantesca cama. Pero una cachetada lo hizo volver a acostarse de golpe, miró a Harry sorprendido, pues no recuerda haber hecho algo malo. Y sin duda venía enojado.
-Qué te he dicho sobre estar en mi cama!? -gritó alterado. Louis cayó en cuenta de que era verdad, había roto una regla muy importante.
-L-Lo... siento, y-yo...-no pudo parar de hablar por otra bofetada. Llevó su mano a la zona dañada.