Todo acabó, Nightmare fue derrotado al final de la guerra y ya no podría apoderarse del universo. Gracias a todas esos buenos hombres y mujeres que sacrificaron sus vidas para acabar con él y con todos sus demonios, ahora el universo podía descansar en paz.
Todos estaban felices por aquella nueva noticia, hombres y mujeres, niños y niñas de todas las edades celebraban con grandes fiestas y platos de comida exóticos. Riendo y bailando como no lo habían hecho en años, y como si no hubiera un mañana.
Sin embargo, un soldado de cabello azul no pensaba igual. De hecho, creía que todo eso estaba mal. Él fue una pieza clave en la destrucción de aquel creador de demonios; pero no podía entender porqué todos estaban felices y nadie se daba un momento en recordar a los hermanos caídos. Perdió muchos amigos allí, la mayoría tenían familias y muchas cosas que dejaban atrás.
Y aun así murieron de esa forma tan injusta.
Meta Knight estaba frente a dos tumbas, una de ellas tenía una espada y un escudo, la otra tumba tenía una tiara encima. Esas tumbas pertenecían a sus dos mejores amigos. Jecra y Garlurde. Significaron tanto para muchos y ahora no estaban, dejaron a su familia atrás, eso incluía a sus hijos. El caballero enmascarado no pudo hacer más que esbozar una triste sonrisa, le venían a la mente todos esos lindos recuerdos que pasaron junto durante sus años de servicio; momentos que Meta Knight jamás podrá olvidar.
Dejó salir un pequeño suspiro y se levantó del suelo, su sonrisa ahora se había desvanecido por completo y ahora sólo le quedaba una mirada de tristeza pura. Afortunadamente tenía su mascara puesta y nadie podría ver las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas. Cerró sus ojos amarillos por un momento antes de mirar hacia un lado, ya era hora de regresar a su hogar y descansar como no lo había hecho en años, sin que nadie lo moleste o ataque de alguna forma u otra.
Fue a la estación y ellos amablemente le dieron una pequeña nave de transporte, era de color gris y tenía la forma de una estrella. Se subió en ella sin decir una palabra y movió una palanca que estaba al lado de su mano derecha, con ello la nave se elevó lentamente. Con su otra mano libre tocó algunos botones en el panel siguiente; y en una pequeña pantalla salió la imagen de una estrella amarilla con dos aros rodeándola.
Popstar, su hogar.
Permaneció sin expresión al ver la imagen de aquella estrella, presionó un botón rojo y la nave salió disparada hacia una dirección. Probablemente hacia aquella estrella.
El universo era hermoso, luces de todos los tamaños y colores que puedas imaginar, el vacío en el fondo dando la sensación de que no tiene fin, era simplemente hermoso a la vista. Meta Knight dejó esos pensamientos a un lado al ver algo por el rabillo del ojo, era Popstar. Por fin había llegado, se sonrió a si mismo debajo de su máscara. Por fin sería capaz de estar en paz física y espiritualmente.
La nave aterrizó -Por no decir Estrelló- en las afueras de Dreamland, justo en el lugar que Meta Knight quería que cayera, el caballero salió de la nave y lo primero que hizo fue mirar hacia el cielo. Era tan azul y tan claro como el agua del océano, sus nubes adornándolo como si fueran dulces algodones de azúcar listos para comer. Meta Knight cerró la escotilla su nave y la dejó allí, se haría cargo de eso después.
Caminó por las afueras de Dreamland durante algunos minutos, viendo el bosque y algunos animales salvajes del lugar. Eso le traía tanta paz a su mente, no pudo evitar sonreír detrás de su máscara. Eventualmente el caballero llegó al pueblo de Dreamland, algunos de sus habitantes lo veían de forma extraña a medida que pasaba a sus lados; ya habían pasado años desde su visita mas próxima y se les hacía extraño verle por ahí. O al menos eso pensó Meta Knight.
ESTÁS LEYENDO
My Broken Mind
FanfictionAU. La guerra intergaláctica acaba de terminar, pero todavía queda la peor parte: La guerra en su mente. Y el mismísimo rey tendrá que ayudarlo para que no caiga en la locura. Si, si. Meta Knight sufre de estrés post-traumático y todo eso. Contiene...