Somos muy fieles y juguetones. Nos gusta tener a nuestra pareja bien cuidada aunque no siempre nos mostremos muy cariñosos. Somos personas a las que les cuesta expresar sus sentimientos o hablar de los malos momentos de su vida, ya que no queremos preocupar a nadie con nuestros problemas e intentamos resolverlos nosotros solos. Esto puede representar un problema en algunas relaciones amorosas, ya que la pareja se puede enterar de problemas que ha tenido cuando ya ha pasado cierto tiempo.
También solemos ser personas reservadas y tímidas, a los que les cuesta expresar sus sentimientos. Pese a que solemos mostrarnos bien con las relaciones, confundimos la paciencia con el no hablar de lo que no nos gusta y no tenemos ningún problema en acabar las relaciones cuando estas ya no nos ofrecen lo que buscamos. Para ello, la mayoría buscamos pareja que nos activen física e intelectualmente, lo que acaba convirtiendo nuestra pareja en nuestra meta; el bienestar de la pareja o de la familia pasa a ser una de las metas que debemos conseguir y, como tal, nos esfuerzamos en ello hasta el final.