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Vivimos en un engaño, Isaiah. - Me susurró una noche.

¿Cómo sabes que la luna es gris? ¿Y no roja? - Me preguntó.

Porque puedo verla. - Le respondí.

¿Y si tus ojos te engañan?.

La luna no es roja.

La luna será del color que tu le quieras pintar.
Y me miró a los ojos. Ellos me lo afirmaron, la luna era roja.

Ante tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora