El Callejón Diagon

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Se acercaba el primero de septiembre, así que la señora Weasley les había sugerido a los chicos que el próximo lunes irían al callejón Diagon para comprar los útiles, ya que esa mañana les llegaron las cartas de Hogwarts

- son todos los libros de nuestras asignaturas escogidas pero de séptimo curso – dijo Theo revisando su lista mientras se comía unas tostadas que la señora Weasley le daba – gracias señora Weasley

- de nada cariño

- sí, pero a los que nos matriculamos para carreras especiales nos viene un libro más – dijo Draco

- sí, a Ron y a mí nos dice que debemos comprar Nociones básicas de Aurores, un libro con los conocimientos básicos para aprendices de aurores – dijo Harry contento

- ¿y tú que tienes Draco? – preguntó Ron

- déjame ver – dijo Draco consultando su lista – guía especializada básica para la sanación, cure a sus amigos y familiares de enfermedades y heridas mágicas de leves a moderadas – dijo leyendo, luego miró a sus amigos – quería ser ministro... Pero me lo pensé mejor y quiero ser Sanador, es más interesante y ayudo a las personas, así que me matriculé para hacer el curso post Hogwarts

- yo tengo el libro más secreto de todos los secretos del mundo de los secretos - dijo Theo riéndose, sus amigos lo imitaron – no, es en serio se llama así porque es para inefables – explicó el moreno – quiero ser inefable como mi padre

- ¿y para ser inefable hay que estudiar? ¿Estudiar para cuidar profecías? – preguntó Ginny

- no solo hay profecías en el departamento de misterios, eso te lo puedo asegurar – dijo Theodore con un aire de misterio - ¿Qué tienes tú Hermione?

- tengo libro portentoso de criaturas mágicas y sus leyes, planeo trabajar en el departamento de las criaturas mágicas para luego conseguir un permiso y conseguir la sede de la P.E.D.D.O

- el permiso para la peddo, eso me recuerda que no me has dado mi chapa de integrante – se quejó Theo

- en primer lugar es P.E.D.D.O y en segundo ya te la doy – dijo la muchacha levantándose

- no se te olvide la mía – gritó Draco para que la chica lo oyera

El lunes por la mañana, todos se congregaron alrededor de la chimenea para irse al caldero chorreante por la red flu

Una vez allí, Draco se fijó en que sus padres estaban allí tomando el desayuno y él y Hermione fueron a saludarlos, Lucius les dijo que estaban haciendo unas compras y que los esperaban en la noche para que cenaran juntos antes de que ambos se fueran a Hogwarts, ambos aceptaron gustosos, se despidieron y salieron hacia el callejón Diagon

Luego de hacer las compras, los chicos se fueron a Forean Fortescure a comerse unos helados riquísimos bajo la sombra de una reluciente sombrilla azul

Por la noche, estando en la madriguera, Hermione y Draco se preparaban para ir a cenar con el matrimonio Malfoy, Hermione por su parte se pondría un vestido hermoso de noche de color rojo con una abertura en la pierna derecha que le llagaba a la mitad del muslo, el corpiño tenía un camino de cristales muy brillantes que le llegaban a la abertura de la pierna, se puso unos zapatos de tacón de color negros, unos pendientes rojos y se hizo un medio recogido de lado con el cabello con risos sueltos, Draco solo se puso una túnica de mago negra (cortesía de Martín Cogcher) y unas botas del mismo color, se puso un poco de su caro perfume también de Martín Cogcher y bajó a la sala

La Serpiente y la Leona (Dramione)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora