Puestos a pedir algo
te pido a ti.
Pido en esta noche de verano
los besos que nunca nos llegaremos a dar.
Pido todos los abrazos que se nos quedaron por el camino.
Pido todas esas risas que se quedaron en eso; en risas.
Porque si ese día hubiera sabido que todo eso a lo que llamábamos querernos
iba a ser tan efímero,
lo hubiera hecho con más ganas
incluso las que no tenia,
las que no tengo.
Pero para ti siempre tenia ganas,
ganas de ti,
de mi,
de un nosotros.