Este taller pretende hacerles pasar un rato de risa entre ustedes y el papel o lo que sea donde transmitan las ideas que los inspiren...
Los invitamos a participar en él con un solo objetivo: Ser Incoherentes!! Único requisito exigido además de 99...
Yo no sé porque siempre que me nombran a Frankenstein me recuerdo del chiste del humorista venezolano: Emilio Lovera, títulado: El carro de drácula. Sólo citaré una parte de este, pero primero, deben imaginarse la voz de un malandro venezolano, como sé que muchos no están familiarizados con el vocablo lo escribiré de tal manera de que se lo puedan imaginar.Cabe destacar que todo comienza mientras el malandro está con los ojos tapados.
"Señol chofel uste disculpe que yo me haya metido aquí de esa folma tan abrupta en su automóvil, lo que pasa es que la gente habla mucha gueoná que si el carro e' drácula el carro e' Franteskein, sea' yo no creo en eso pero le diré que toy bulde' cagao' chamo" En ese momento se destapa la cara y se da cuenta que el carro no tiene chofer y el volante se mueve solo.
"Ay coño e' la madre me agarró el carro e' drácula" Y sale una voz y le dice: Que carro e' drácula ni que carajo, bájate y empuja el carro que estamos accidentados.
La cuestión es que esto me trae recuerdos de algo en común. Siempre me ha parecido que el Presidente Nicolás Maduro Moros se parece a Frankenstein pero con bigote. Eso es un chiste de mal gusto para el pobre Frankie, nadie quiere parecerse a Maduro.
Pero hay una similitud entre el carro de drácula, Maduro y Frankie.
Hace tiempo una familia estaba accidentada a mitad de carretera mientras estaba la campaña electoral del actual presidente, ese los consigue y se baja de su automóvil y habla con la familia, casualmente chavistas, las personas se colocaron eufóricas al verlo, lloraban de la emoción.
En ese momento, Madurostein les pregunta: ¿Que ha pasado con su carro?
¡Agarren ese, se los regalo!
¡Ese carro es todo suyo!
Las personas no sabían que hacer
¡El presidente les ha regalado un carro!
Mientras tanto, la familia que contaba la historia de su carro viejo.
¿Ven? Un carro accidentado, Madurostein y un presidente torpe. Algún parecido con la realidad es pura coincidencia.
PD: Cabe destacar que en Venezuela estamos pasando por los juegos del hambre, por eso es que Madurostein es el presidente de la Cornucopia, por eso es que le regala carros a los del capitolio y todos los demás distritos pasamos hambre.
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Jajajaja me sentí identificado Naomi, asombroso!!
Ahora mirenme aquí, esperando mi regalito de parte de madurostein, seguro sera un carro!!! que emoción!!!! no lo crees Amalia??
Qué es eso Eduardo? una sartén??? Naaaa EDuardo yo quiero un carro también porque al mio se lo llevó la crisis... Será que hay uno pa mi???
