Capítulo I

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Capítulo I

Muchas personas pensarán: está es la misma historia cliché donde Camila, por razones típicas tiene que vivir con Lauren, se odian, se vuelven amigas, surge el amor y terminan juntas. No sin antes tener problemas de pareja como cualquier otra persona. Pues si, así es.

Camila Cabello tiene 21 años de edad, recién graduada en arquitectura. Su vida ha sido monótona, sus padres tenían el dinero suficiente como para brindarle estudios más no para comprarle un auto y mucho menos un departamento.

Lauren Jauregui tiene 22 años, nunca fue demasiado buena en el colegio (porque no le interesaba a decir verdad). Era lo suficientemente inteligente para conseguir un trabajo de medio tiempo en una cafetería y no en un antro de mala muerte, la otra mitad la pasaba jugando en un equipo de softball donde también le pagaban.

Ahora... ¿por obra del destino iban a comenzar a tener una historia juntas? Pues si, algo así.

Narra Lauren

Nunca había tenido problemas en ninguno de mis trabajos de medio tiempo. Si los dejaba eran porque la paga no era buena o simplemente me aburría de lo mismo.

Trabajar en una cafetería de Miami era otra historia, aún más cuando era un lugar muy concurrido.

Había visto tantas propuestas de amor así como rupturas de parejas; cumpleaños sorpresas, un asalto con un arma sin balas y muchas otras cosas más... Como esta tarde.

-Por favor, puedo cuidar el restaurante... -rogaba la chica de ojos café que llevaba un bolso con... ¿Un gato? ¡JÁ! Patética rareza.

-Lo siento chica. -negaba mi compañera y amiga: Normani.

-De verdad, puedo limpiar este lugar todos los días -exageró. De verdad se le veía necesitada.

-Lo entiendo pero, eso no está en mis manos... -dijo Normani con un poco de lastima en su mirada.

-¿Sucede algo? -no tardó en llegar Allyson, la gerente del lugar.

-Verá... He tenido unos problemas en casa y ahora estoy en la calle, sólo necesito un lugar donde quedarme, máximo una semana y -sacó una hoja doblada de la parte trasera de sus jeans- puedo dejar mi curriculum, acabo de graduarme como arquitecta y... Y se que no necesita una arquitecta pero puedo limpiar todo este lugar -la chica miraba con esperanza a Ally quien asentía con ternura.

-¿Entiendes que no es higiénico que el gato se quede, ¿cierto? -preguntó de manera retórica Ally. La chica casi se tumbaba al suelo para implorar su estancia en la cafetería.- ¿y si te conseguimos un roomie?

-¿Eso es posible? -asintió mordiendo su labio inferior.

-¿Mani? -preguntó Ally volteando a verla.

-De verdad y lo digo de todo corazón, te aceptaría en mi casa -la chica gritó de emoción- pero, vivo con mis padres y no creo que lo vean muy bien. -la castaña bufó con tristeza.

Ally alzó la mirada viendo a cada uno de los trabajadores, así como la chica seguía la vista de la gerente.

Cuando sentí la mirada de Ally en mi decidí huir, pero fue demasiado tarde.

-Jauregui... -gritó con una sonrisa pícara- ven aquí lindura.

Maldita sea, porqué tiene que estar en un rango más alto que yo y ser mi mejor amiga de hace años. Estaba preparada para inventar cualquier excusa para no dejarla en mi casa, es decir... tiene un gato, esas cosas son asquerosas.

Una vez que estuve a lado de Ally, la chica de ojos café no dejaba de estudiar mi cara, como si intentara recordar algo. Lo dejé pasar y pregunté a Ally: ¿Sucede algo?

-¿Cuál es tu nombre? -interrumpió la chica que aferraba el bolso de su gato a su pecho. 

-Lauren Jauregui. -contesté un tanto extrañada. Esta chica daba miedo.

-¿De casualidad tu papá es Mike Jauregui? -una sonrisa crecía en la boca de la chica. 

Reí totalmente desconcertada-. ¿Quién demonios eres tú? 

-Lauren... -me reprochó Ally-. Recuerda ser amable... 

-Camila Cabello, -estiró su mano, esperaba que la saludara- solías llamarme ''Camz''. 

¡Demonios, no! lamenté en mi cabeza. Cuando tenía 6 años pasé otros 4 años de mi vida a lado de está chica, y... está totalmente loca. Su papá, Alejando y Camila vivieron en casa de mis padres durante 4 años cuando la mamá de Camila había fallecido; recuerdo ese gato, era el gato que la mamá de Camila le había regalado semanas antes de morir. Ese gato me odiaba. 

-Camiiilaaa... -estiré la palabra intentando sonreír. 

-¡Perfecto! -exclamó Ally emocionada- se conocen. Lauren, Camila vivirá contigo unos meses, adiós.

Y sin más, Allyson me había dejado ahí con Camila.

-¿Eso es un sí? -sonrió de forma tierna, y eso era lo que más odiaba de Camila; cuando eramos niñas lograba convencerme para hacer cualquier cosa estúpida que ella quisiera hacer, tiene el encanto.

-Camila, nosotras nunca...

-Sólo unas semanas, Lauren. -unió su dedo meñique con el mio, el contactó me hizo estremeser y al momento la aleje de mi. 

-Bien. -acepté y me abrazó, escuché al gato gruñir y aleje el cuerpo de Camila, de nuevo-. Pero tengo reglas.

-Siempre las tienes. -me guiñó un ojo-. te daré mi número, llámame cuando termines de trabajar.

 -No cambiaste nada, Camila. -afirmé riendo. Tal vez tenerla en mi casa sería... ¿divertido?



Primer capítulo, espero que les guste.

Comenten y voten, por favor.

xoxo 

¡Patas arriba! (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora