El sonido de tacones contra el piso se hacían presentes cada 3 segundos, el Voceo de promociones podría llegar a fastidiar después de escucharlo cada 3 minutos, más aparte aquellas pláticas que salían de los labios de aquellas personas presentes eran sumamente estresantes.Sus pies dolían a causa de los tacones, podría jurar que ya le habían ocasionado una pequeña ampolla en estos.
Debía soportar aquel dolor si quería conservar aquel trabajo, no le quedaba otra más que sonreír y seguir en lo suyo.
-¿Podría buscarme esta blusa en talla grande? - Sonreía una joven chica de escasos 18 años, Ji Yong tan sólo se giró y colocó la mejor de las caras posibles, tomó aquella prenda y comenzó su rápida búsqueda.
"Hae Soo Favor de presentarse en módulo de cajas"
El joven cerró los ojos por algunos segundos y como arte de magia apareció frente a él aquella blusa. Rápidamente entregó la prenda para poder atender aquel llamado, deslizó sus tacos a una velocidad rápida, logrando causar un penoso accidente.
-¿Te encuentras bien? -Se escuchó una voz proveniente de un chico. "Que horror" se exclamaba Ji internamente, seguro alguien se estaba burlando de él.
-Claro, lo siento, en verdad lo siento. -Se levantó sin si quiera ver el rostro de aquella persona.
-Querida, deberías aprender a andar en tacones o perderás un pie. -Se burló la chica a su lado.
-¡Hwa por favor! -Reprendió su novio, aquel que seguía preocupado por "la joven".
-Tendré eso en cuenta, gracias por visitarnos y siento el accidente. -Levantó por fin su rostro regalandole una enorme sonrisa al joven que le ayudo. El rostro de Ji Yong era todo un poema, por su mente tan sólo pasaba un "Que guapo es".
La tarde había pasado tan lenta, estaba sumamente cansado, sus pies pedían a gritos un poco de libertad, aquellos tacones terminarían por matarle en cualquier momento.
-Que susto, por un momento creí que habías muerto Hae Soo - Se burlaba su compañera mientras doblaba aquel desastre que había dejado una clienta.
-No es gracioso, así que no te burles. -Hizo un leve puchero para luego retirarse a la siguiente mesa a doblar.
Las 8 horas de trabajo por fin habían terminado, no podría creer que ya había pasado una semana de estar trabajando en aquel lugar, no sabía como pero había logrado engañar a todos.
Se tiro en su cama sacándose los zapatos como pudo, sus pies le agradecieron aquel acto. Luego de algunos minutos comenzó a quitarse su ropa, aquella falda negra se deslizó por sus largas piernas, el saco y la blusa salieron volando hacia algún punto de la habitación.
Arrastró sus pies hasta la ducha, quería relajarse y dormir, morirse por algunas horas para luego revivir y trabajar nuevamente en aquel "Maravilloso lugar".
-¿Como te fue hermano? -Pregunto su hermana mientras comía un pedazo de pan.
-Me caí con los estúpidos tacones.
-Eres un tarado. -reía una y otra vez, imaginaba el rostro indignado de su hermano.
-¡Callate! -Le quito el pan a su hermana para comérselo por completo.
-Era mi pan, pero aún así... y la siega soy yo. -Le saco la lengua.
-Deja de burlarte Soo.
Aquella platica comenzó entre burlas y pequeños tips para no volver a meter la pata, todo lo necesario para "salvar los pies de su hermano".
Sus pies se arrastraron por toda su habitación en busca de su uniforme, quito aquella toalla alrededor de su cintura para comenzar a colocarse sus medias negras.
La falda del día era en tono azul, se colocó esta seguido de la blusa, el chaleco y el saco del mismo color.
Nuevamente aquel sonido se hacía presenten, los tacones comenzaban a resonar por todo el pasillo principal.
"¿Estamos listo?"
"Si lo estamos"Había llegado justo al final de aquella porra, la Junta había terminado por fin.
-Creí que llegarías más temprano, incluso llegue a pensar que no vendrías por pena. -La cara de Ji Yong se había quedado congelada, sin expresión alguna, no podía creer que aquella persona estuviese adentro de la tienda sin si quiera haber abierto aún.
-¿Que haces aquí? - Mordió su propio labio inferior, quería saber la respuesta de inmediato.
-No deberías hablarle así a tu nuevo gerente. -Sonrió, dejando aún más confundido al menor.
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Espero les guste la historia, gracias por esperar.