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{ I } « j e r i c h o x s t y l e s »

• A d v e r t e n c i a : tema de religión, si no te agradan no sigas leyendo. 

Su iglesia dice que un hombre no debe dormir con otro hombre.

Su dios castiga a los promiscuos y libidinosos.

Sus hermanos repudian los actos impuros provocados por el deseo de la carne.

Pero su cuerpo, su cuerpo sólo quiere los labios de el por su cuello. Quiere que Chris lo bese tan suave como el sabe hacerlo. Que recorra su piel con la yema de loa dedos mientras le susurra cerca del oído lo duro que lo tiene con sólo acariciarlo.
El sentir el piel contra piel, la forma del cuerpo de Chris, los temblores en su piel cuando Allen lo toca, cuando explora esos caminos que se sabe de memoria.

Esos caminos que lo llevan a la perdición. Sus grandes brazos, con lo artísticos dibujos plasmados en uno de ellos. El relieve de la tinta lo guían mientras la recorre con la mirada y traza otros más imaginarios sobre su otro brazo.

La forma de su abdomen, tan dura y trabajada. Sintiendo los cuadros relucientes en ella, los seis siendo probados por su lengua.

Sus anchas piernas enrolladas a su cintura, tan perfectas adaptándose a el, Chris siempre siendo a la medida perfecta para el.

Su dios dice que todo eso son pecados de la carne y que todo aquellos que lo hacen llevan en su pecho un gran dolor.

El no siente nada de eso. El sólo se siente malditamente bien cuando Chris lo besa en los labios. Ve casi estrellas cuando esos suaves labios le brindan escalofríos en todo su ser.

Chispas saliendo de ambos cuerpo. Manos tocando todo a su alrededor, suspiros robados y fricciones que les quitan la respiración.

Si todo eso esta mal, por que se siente tan bien.

Siente tan bien cuando Chris lo toma en sus manos y comienza a moverlas de arriba a abajo sobre su pene. Enviando sacudidas y repentinos aceleramientos en el corazón.

Sus hábiles manos llevando un ritmo continuo a su miembro. Tocando la hendidura para lograr prolongar el momento.

Las manos del castaño jalando con fiereza los cabellos del Rubio, guiándolo a un choque de labios brusco. Donde ambos se degustan  con pasión mientras la lengua del Allen se aventura a la del Jericho para sólo hacerlo gemir dentro de la boca contraria.

Movimientos yendo y viniendo de forma continúa. Un oasis apareciendo frente a el, las estrellas navegando bajo sus párpados. El clímax casi alcanzado. Dos astutos movimientos ejecutado y su semilla siendo regada en el bronceado abdomen de su querido rubio.

Todos podrán decir que lo que hace esta mal, pero para el, sentir lo que siente por Chris nunca, ni en un millón de años estará mal.

Por qué su dios dice que hay que amar. Y el ama a Chris.

N o t a : Jeristyles por que soy shipeadora compulsiva de ellos. No puedo evitarlo. Son perfectos juntos. Les dejo "el regalo de Jericho", tómenlo babys.