A Libro Abierto

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Estaba acostado, era una noche obscura, muy tarde ya, se encontraba rememorando con nostalgia su vida, esa era una de esas noches en la que la tristeza y el añorar van de la mano, al otro lado del país era inevitable extrañar a ese buen amigo, sonreía al pensar en la fortuna que había sido encontrarlo en su camino, sentia que le debia algo, sentia que debía demostrar y agradecer esa amistad.

—una carta —pensó.

Debia escribir algo... el detalle era qué. Pensó en contarle su historia y entonces un nudo se formó en su estómago;

—¿mi historia? —se dijo a sus adentros.

para él la mayor muestra de lealtad y debilidad al mismo tiempo era la confianza, y la mayor muestra de confianza era hacerse "el libro abierto", sin embargo también creía firmemente que darle confianza a manos equivocadas era entregar el cuchillo con el cual deseabas que te apuñalaran.

Lo había aprendido por las malas, eran incontables las veces que había dado esa confianza, la mayoria, por no decir casi todas, lo habían apuñalado, pensaba en esa vez en que entregó eso que para él era el mayor regalo a ese "amigo" el cual después le dio la espalda y uso todo  para hacerle daño.

"Daño". Estaba tan acostumbrado a ello y sin embargo le era imposible devolver el mal, recordaba que cuando ese falso amigo hizo mentiras y calumnias para dañarlo, el podría haber devuelto el mal, podría haber revelado ese secreto que su "amigo" se esforzaba en ocultar, habría sido una humillación justa, pero no pudo, no era igual a ellos.

Debido a todo eso dudó un momento en volver a contar su historia, dudó en entregar una vez más ese regalo que cada vez le devolvían más dañado, pero recordó como este nuevo amigo lo había ayudado tanto sin intentarlo realmente.

—es el momento —se decidió.

Había elegido contarle todo, todo lo que había vivido, entregaría ese regalo con la esperanza, y en parte seguridad, de que cuidarían de ese regalo está vez al fin.

Empezaría desde el comienzo; incluso antes de empezar sentia el nudo en la garganta, ese que siempre se le formaba cuando recordaba lo que su familia le había hecho, siempre pensaba que ahí había empezado todo, esos primos que con "juegos" como ellos le llamaban habían abusado de él y su inocencia, recordar eso lo hacía sentirse asqueroso, no soportaba estar solo y quizá eso lo llevó a comer y comer al punto de estar obeso, creció, intentando ser feliz, aparentando, pudriéndose por dentro, deseando morir cada día, llegó a odiar su cuerpo, se empezó a cortar, por instinto miró su pierna  derecha y ahi estaban las marcas aún, contaría del porqué  empezó a vomitar, a dejar de comer, a llegar al punto de intentar suicidarse, por suerte lo lograron detener, justo cuando estaba echo una porquería él entró en escena.

Al principió pensó que eran incompatibles, tan diferentes que era imposible una amistad, el sentimiento era mutuo y se sentía en el ambiente, el tiempo que pasó y el tener que estar juntos por obligación fue demostrando lo equivocados que estaban.

Resultó que eran el uno para el otro, no, no estoy hablando de romance, él creía firmemente que así como existe lo que el mundo denomina "alma gemela" también existía un "alma hermana", infinidad de veces había escuchado ambos terminos para lo mismo... ROMANCE. sin embargo para él un alma gemela abarcaba un amor muy profundo y no necesariamente romántico, para  él un alma gemela era esa persona que te motiva siempre hacia adelante, que esta ahí para decirte que puedes e incluso darte una sacudida cuando así lo requieras, por eso y más consideraba que había encontrado a su alma gemela.

tras pensar en ello se convenció aun más de que era el momento de expresar todo lo que era y lo que sentía, decidió que era el momento de decirle como, sin querer ni imaginar, el vino a salvarlo de todos sus demonios.

empezaría diciendo que jamás se imaginó ser su amigo, y es que el que te digan el primer día de conocerse que eres fresa sin duda pone las cosas algo distante, el detalle no era el bajo insulto (si es que se pudiera considerar como tal) el detalle aquí era que toda aquella persona que lo odiaba había utilizado ese mismo término, así que estaba acostumbrado a recibir el rechazo de todos aquellos que usasen ese término hacia el.

pasaban los días y poco a poco lo iba conociendo mejor,comprendió que al igual que él, era una persona que habia sufrido el rechazo de algunos, que al igual que él tenia complejos, su fisico, su habla, su... olor. Apesar de todo eso su personalidad era alegre y eso lo cautivó, él queria ser alegre también y, sin darse cuenta, sus cualidades (que a menudo ignoraba que tenía) fueron atrayendo cada vez más a su compañero laboral.

con el pasar de los días y las semanas su vinculo de amistad se unió, empezaban a contarse cosas, se aconsejaban mutuamente, una amistad que no tardó en hacerse notar ante los demás... lo inevitable llegó.

infinidad de veces había escuchado los mismos rumores una y otra vez, que si era gay, que si tenia novio, que si se la pasaba muy cerca de fulano o mengano, ataques interminables a su sexualidad; debido a esto se esmeraba en ocultar su nueva amistad, y lo logró.

Eso también se lo diría, que se sentía muy afortunado de que no hubiesen descubierto su amistad o no habrían tardado en venir a llenarle la cabeza de cosas, y si eso no surtia efecto empezar a decir que eran pareja.

Le diría que se sentía muy bendecido por encontrar a alguien tan compatible consigo, que ahora que estaban prácticamente en extremos opuestos de su país él recordaba con mucho placer y nostalgia las veces que se hacían cosquillas sólo para pasar el rato, que sin importar la distancia y el tiempo siempre lo consideraría como su mejor amigo.

Hablaría ampliamente de  cómo a partir de que entró en su vida  cada día se convertía en una mejor persona.

Decidió que debido a la distancia una carta era un medio un tanto ortodoxo pues seguramente se perdería y nunca llegaría a su destinatario, pensó en quizá enviarle un whatsapp pero lo consideraba algo efímero, quería que fuera lo más eterno posible, recordó entonces su cuenta de wattpad.

- ¡eso es!- exclamó en voz alta

Se paró de un brinco de la cama, corrió a su computadora, inicio un borrador y con una inspiración renovada se dispuso a escribir toda su historia para poder incluir hasta el más mínimo detalle sin olvidar nada; se decidió a empezar por la dedicatoria.

-"A Noé mi amigo"  -Escribió.