La música de la radio inundaba el coche en el que iban los cabecillas de Unidos Podemos. Se dirigían a Jerez, a realizar el último mitín de la campaña, que tan solo estaba a escasos dos días. Pablo golpeaba suavemente el volante del coche al ritmo de Joaquín Sabina aparentemente tranquilo. Alberto revisaba sus notificaciones de Twitter cuándo de repente una mención captó su atención, era un- foto dibujo de el y la persona que tenía a la izquierda, Pablo, en una situación bastante comprometida. Bloqueó su móvil de inmediato mientras se le sonrojaban las mejillas. Al principio, cuando todo esto de los shippeos entre políticos empezó, le hacía bastante gracia la manera en la que los adolescentes se habían incorporado a la política. Ahora que había empezado a recibir fotos casi a diario, y se había aventurado a leer algunas historias, o fanfics como los llaman los adolescentes, todo este asunto el incomodaba, sobre todo porque había empezado a tener extraños sueños con su compañero de partido. Cuando empezaron no les echaba mucha cuenta, pero cuando se empezaron a repetir casi todas las noches comenzó a asustarse de lo que su subconsciente trataba de decirle. ¿Alberto Garzón enamorado de Pablo Iglesias?
-¿Cómo?- preguntó la voz de su compañero
Garzón se quedó con la mandíbula desencajada mientras miraba hacia Pablo. ¿Lo había dicho en alto? Imposible.
-Nada, estaba...tarareando la canción que esta sonando ahora...
-Ahora mismo están los anuncios, tío-respondió extrañado Pablo- Pero vamos, lo he oído todo perfectamente Alberto, así que por favor, respóndeme a la pregunta, ¿estas enamorado de mi?
La cara de Garzón era un poema, no se podía creer lo que estaba pasando, no a él, no en ese momento. Pero siempre había que decir la verdad, no podía ocultarlo más.
-Creo que... que... que si-tartamudeó el joven comunista.
-Gracias a Dios, tantos días esperando este momento-susurró Pablo mientras aparcaba en la cuneta de la carretera que llevaba a Jerez.
Garzón, en un ataque de pasión reclinó su asiento poniéndolo en horizontal. Al ver este arrebato, Pablo se soltó su coleta tan característica dejando su pelo enmarcando su cara. Cuando este ultimo se puso encima de Garzón algo empezó a molestarle al de Izquierda Unida. Se empezó a revolver incomodo.
-Tio, Alberto, que te has quedado dormido mamón- le despertó Pablo tirándole de la camisa.
Garzón se quedó mirando a Pablo. Llevaba su larga melena recogida en su rigurosa coleta, llevaba la ropa bien colocada, la camisa del alcampo metida por dentro del pantalón. Parecía que no había pasado nada. ¿Entonces había sido un sueño? Pero si era bastante real...
-Normal que te hayas quedado frito, si es que estabas que no podías más-le dijo Pablo mientras le guiñaba un ojo pícaramente- Venga, que debido a nuestra pequeña paradita el meeting se ha atrasado un pelín, pero tranquilo que yo les he dicho que nos habíamos perdido eh.
Garzón no podia decir nada, estaba pasmado sin decir nada, solo podía escuchar los gritos de pueblo jerezano gritando palabras como fuera, o frases como que empiece ya que el público se va. ¿A quién se lo dirán?
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Políticamente incorrecto {Shippeos de políticos}
RomanceEn el amor y en la política, todo vale.