única parte.

295 38 11
                                    

Aquella tarde louis se encontraba en su lugar de trabajo atendiendo algunos clientes, poniendo atención a lo que ellos querían y plasmando en un papel algunos diseños que venían a su mente. Se trataba de un tatuaje en pareja, esta chica y su novio estaban muy emocionados por obtenerlo.

Al cabo de unas horas la pareja se retiraba con sus tatuajes muy satisfecha. Y louis comenzaba a cerrar su local para luego irse a casa donde podría disfrutar de un pastel de chocolate al igual que todas las tardes.

Pasaba hace unas cuantas semanas, que alguien dejaba justo en la entrada de su casa un pequeño, pero delicioso pastel de chocolate con muchos adornos y una tarjeta que cada vez cambiaba de mensaje pero firmaba el mismo "H".

La primera vez que louis vio esto fuera de su puerta pensó en tirarlo directo a la basura, pero luego al día siguiente la tarjeta decía "por favor confía en mi, jamás querría hacerte daño. H" Y desde entonces decidió comerlos.

Pero esa tarde ni siquiera imaginaba lo que iba a pasar, mientras iba camino a su casa, pudo notar como alguien estaba fuera de su puerta principal. Era medio alto, cabello castaño y rizado. Primero pensó que se trataba de un ladrón o algo así, pero mientras se iba acercando notó el pequeño pastel en una de sus manos y la tarjeta en la otra.

Lo único que hizo fue correr hacia él mientras gritaba "hey, hey". Cuando estuvo a una corta distancia pudo notar que el desconocido estaba asusado, lo veía en sus ojos. Así que louis le dedicó una sonrisa para tranquilizarlo.

Así que eres tú. -dijo mientras alzaba una ceja.

Yo, de verdad, lo siento. Digo, si te molestaba. Quizás pensabas que era una chica por los adornos que le ponía, perdón si te he decepcionado.-respondió él rizado, mientras en sus ojos aparecían pequeñas lágrimas.

Hey, no digas eso. Estoy encantado de conocerte, peque. Dime, ¿cuál es tu nombre?

Harry, por eso firmaba con una H- sonrió. Y louis sintió como si algo se moviera dentro de su estómago, mariposas algunos les llamaban.

Lindo nombre, ¿quieres pasar un rato?- y prácticamente lo empujó dentro de su casa porque no iba a aceptar un no como respuesta. No lo perdería tan fácil después de tanto tiempo.

Pasaron la tarde entera conociéndose, riendo y sobre todo comiendo pastel de chocolate, y cuando el reloj marcó las 10 de la noche en punto, Harry tuvo que despedirse de Louis. No sin antes confesarle que él mismo hacía los pasteles.

Adiós Harry, gracias por pasar la tarde conmigo y perdón por lo que voy a hacer.- dijo el mayor sonriendo y acercando sus labios a los del pequeño. Sintiendo como él otro se ruborizada tocaron sus labios y podrían jurar que nada más importaba en ese momento.

Y entonces Louis comprobó que existía algo que sabía incluso mejor que aquellos pasteles, y eso eran los labios de Harry.

-

Una pequeña historia que escribí para un trabajo del liceo kdksfkdk y decidí publicarla aquí bc why not.

pasteles de chocolate; larry.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora