Ella llevaba 3 horas esperando el bus que la llevaría al lugar de su cita, el día estaba nublado prometiendo futuras lluvias, el viento corría fuerte moviendo sus pelos castaños y plasmándolos en su cara, sus ojos verdes no alcanzaban a ver mas allá de su nariz debido a la espesa neblina, el día aclamaba a gritos lo hechos por venir, de pronto el autobús llegó, pagó su pasaje y se sentó al lado de una ventana, mientras su mirada se perdía en el paisaje de asfalto en su mente solo se encontraba una persona, alguien muy especial, siempre pensaba en el, en sus cabellos negros o en su blanca piel, en sus profundos ojos cafés, en su sonrisa blanca, en sus facciones… y sin darse cuenta del alargo trayecto, su parada llegó, afuera, un gran paraguas azul lo suficientemente grande para dos personas, debajo su pareja, esperándola debajo de la lluvia, él lo tenia todo planeado, una gran y elegante cena para luego ir a su departamento para la gran sorpresa, con una sonrisa ambos se recibieron y con un beso todo quedó decidido, una exquisita cena entre miradas tiernas y risas, horas después se fueron caminando a su destino, ella lo miraba extrañada, él acariciaba su terso, suave y joven rostro, un extraño se les aproxima e intenta asaltarlos, el hombre al intentar proteger a su amada pareja recibe una estocada del cuchillo del extraño, el cual luego escapo tras haber arrebatado la vida del hombre, el muchacho cae al suelo, ella desesperada ve el cuerpo sin vida de su amado, de su chaqueta caen dos papeles y una pequeña caja azul, la mujer los recoge y… solo ve un techo de madera, al principio no le encontró sentido, hasta que se dio cuenta de que estaba en su casa y todo había sido un mal sueño, se levantó de la cama y caminó hacia un gran mueble con un espejo encima, al mirar ve una mujer que no es ella, está cansada, se le ve en la cara, su rostro no refleja la luz y felicidad de antes, su piel ya no es tersa, en su lugar aparecieron arrugas y sus cabellos castaños ahora son blancos, extrañada con esa mujer del espejo miró a su alrededor, sabia que aquella era su casa pero no conocía nada, no se acordaba de su nombre, solo se le venía a la mente un rostro, un muchacho joven, el hombre de su sueño, pero no sabe quien es y no recuerda como se llama, busca en los cajones y estantes “algo”, una foto, un diario de vida o tal ves un carne de identidad, desesperada abre un cajón, dentro una pequeña caja azul con dos papeles, los saca y examina los extraños objetos sin saber su procedencia, en su mente una imagen aparece, un hombre en el suelo con esos objetos desparramados a su lado, con eso recuerda todo, recuerda que esa no es su casa, si no un centro de rehabilitación, recuerda a un doctor pronosticándole alzhéimer años atrás, recuerda a su pareja y la noche en que murió, y también recuerda que esos dos papeles eran pasajes de avión y que dentro de la pequeña caja azul había una sortija de matrimonio. La mujer se sienta al pie de la cama a llorar por los años perdidos, afuera la lluvia empezaba a caer…
