MOMENTS

"LIES"

CONNOR BALL. LONDRES, UK.

11. LIES

El día del concierto en Londres llego, Anna y Karla estarían aquí pero los chicos no saben que invite a Karla lo cual me preocupa porque digamos que yo y ella tuvimos algo en el pasado, muy pasado. Bueno no tan pasado, hace dos años. Pero ahora toda mi atención está en Anna.

— ¡¿Cómo demonios se te ocurre invitar a tu ex novia a el concierto donde está tu actual novia?! — No fue buena idea decirle a Tristan.

—Es que tenía que hacerlo, lo prometí. —Le comente justificando mi acción.

— ¡Estás loco! ¿Tienes idea de lo que pasa si Anna se entera? — Me pregunta serio.

—Connor enserio cometiste un error. —Me dice James el cual se ve algo confundido.

—Todo va a salir bien, nada va a salirse de control. — Les digo para calmar la situación.

Salgo de la sala, estamos a una hora y media de comenzar el concierto y recibo un mensaje de Karla que tiene problemas con los de seguridad y me apresuro a ir donde esta ella.

—Está bien, déjenla pasar. —Le indico al de seguridad.

—Gracias, esos gorilas no me dejan pasar pero si yo fuera tu...

—Karla. — La interrumpo. —Me alegra que estés aquí, ahorita te llevare a la sala porque tendremos una pequeña prueba de sonido y me esperaras ahí.

—Muy bien, yo te espero ahí. — Me regala una sonrisa la cual imito. — ¿Sabes que es lo raro?

— ¿Qué?

—Que hace dos años no pensabas que nada de esto te fuera a pasar y mira ahorita aquí estas, en gira y con tres amigos que hiciste para toda la vida y una novia que es muy afortunada en tenerte. — Baja la mirada, se a lo que se refiere.

—Karla creo que tu y yo ya...

—Se que ya terminamos pero aun no me cabe la idea de que por la noche estábamos bien y de repente a la mañana siguiente exactamente a las 5:00 de la tarde todo se fue al carajo, aun mi mente no borra todos esos recuerdos que tuvimos juntos. — Se acerca más a mí. — ¿Cómo fue que después de todo lo que vivimos haya terminado en cuestión de horas?

—Karla sabes cuál fue la razón y sé que me equivoque

— ¿Qué pensaste cuando me viste otravez en ese restaurant? ¿Qué acaso todos nuestros recuerdos no te vinieron como rayo a tu mente? No me mientas y dime la verdad.

—Claro que sí, pero ahora yo estoy con Anna y la amo demasiado.

—Connor ¿ella te ha dado algo que no te di yo? — Se acerca más a mí, sus manos suben a mi rostro siento su mano acariciar mi cuello por la parte de atrás. — Dime si ella llego a hacerte sentir lo mismo que yo te hacía sentir con esos besos que te volvían loco, esos que me pedias mas. — Siento su respiración tan cerca, la ropa es solo aquello que nos separa.

—Te extrañe por meses pero todo termino para mi, ya todo termino para los dos.

—Solo déjame terminar lo de aquella noche fría en Escocia. — Se acerca más a mí, y siento sus labios presionando los míos. Mis impulsos me engañan y me hacen responderle el beso. El delicado, suave y romántico. Mis manos en su cintura ¡Mi perdición! Con tantos recuerdos que ambos tenemos. Los cuales son borrados automáticamente por Anna en mi mente.

—No Karla, basta. Tú y yo ya no tenemos nada.

—Deseaba tanto esto.

—Tengo que irme, por aquí derecho esta la sala. — Me voy de ahí, ¿Qué acabo de hacer? ¿Por qué mis impulsos actuaron? No tenía control.

Iba caminado hacia el escenario cuando me pare en un espejo a verme. Tenía labial rojo de Karla al termino de los labios, rápidamente me lo quite. Cuando llegue al escenario todo era enorme y ahí la vi, venia caminando hacia mí. ¡Ayúdenme por favor!

—Anna, amor— Me acerco a ella y la abrazo.

— ¿Cómo estás? — Me pregunta con una sonrisa.

—Muy bien ¿y tú?

—Perfecta.

*ANNA HEALY.*

—Tuve problemas para entrar pero aquí estoy. —Le digo a Connor el cual me toma la mano y caminamos por la dirección de donde vino.

—No eres la única. — Me dice.

—Amor, ahorita me voy a ocupar pero mira acá todo derecho sale la sala...

— ¿Sala? — Le pregunto mirando la dirección que él me dio.

— ¡No! Mira mejor me esperas en el área privada, ahí están los chicos si no es que ya vienen en camino.

—Muy bien, ahí te espero. —Me despido de él con un beso rápido en los labios.

Camino hacia la dirección que me dio Connor, llevaba un gafete que me daba acceso total a todos los lugares. Perfecto ¿no?

—Anna ¿cierto? — Me saluda una chica de pelo negro, la recuerdo de algún lado. Oh ya recordé, la tipa que nos interrumpió en el restaurant.

—Ah sí, ¿tú eres?

—Karla, mucho gusto. Otravez— Me saluda extendiendo la mano, la cual saludo.

— ¿Qué haces por acá? — Pregunto enojada y confundida.

—Connor me invito cuando me lo tope en la fiesta y pues acá estoy.

—Ah sí, esa estúpida fiesta. — Comento enojada.

— ¿No te molesta o sí?

—No, me da igual. —Le digo lo mas "tranquila" posible.

—Bueno, iré por algo que comer ¿vienes? —Me pregunto. ¿Qué acaso me vio con cara de hambre o qué?

—No, tengo algo que hacer. — Le contesto.

—Muy bien, adiós. —Veo que se retira y no puedo controlar mi enojo ¿Por qué demonios la invito?

— ¿Estás bien? —Me pregunta Bradley acercándose a mí.

—Sí, gracias. — Retomo mi camino al área privada y Bradley viene a un lado mío.

Entro a la sala, la cual es pequeña.

—Me gustan los espacios pequeños y más cuando hay gente. — Me mira Bradley.

—No puedo creerlo. — Dejo mi bolsa en el sillón y me acerco a él. — ¿Nunca te quedaras en paz verdad?

—Nena. — Me mira y se acerca a mí. — Contigo aquí nunca me podre quedar en paz.

—Eres un estúpido. —Le digo molesta.

—Anna amor. — Se acerca aun más a mí. — ¿Qué no me extrañas?

—No. —Le contesto secamente.

—Yo sé que si. — Me dice. — ¿y sabes cómo me voy a dar cuenta? — Se acerca más a mí, me acerca a él. Sus manos en mi cintura. Lo dicen todo.

Siento su corazón latir de lo cerca que estamos. Sus labios están en los míos. ¡Dios! Odio que haga eso. Me besa con tanta suavidad y delicadeza que mis manos van a dar a su cuello y eso provoca que él me acerque aun mas a él. Caminamos hacia una mesa y él se encarga de tirar lo que hay ahí para sacar fuerza y sentarme ahí. Sus manos ahora por debajo de mi blusa suben hasta llegar a mi pecho. Se separa de mis labios y me besa en mi cuello. Ya no puedo hacer esto. Lo separo de mí.

—Aun me extrañas. — Me dice y se va de la pequeña sala.

Mis ojos comienzan a ponerse llorosos, mis lágrimas comienzan a caer.

— ¿Qué estoy haciendo? — Me digo a mi misma.