La feliz pareja

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¿Como llegue a esto? Eso es algo que me pregunto a diario. Toda mi vida viví en la sombra de las demás personas, de mis padres, mi hermana, mi hermano, de absolutamente todos.

Ninguno de ellos realmente me conoce, aunque pensándolo bien creo que ni yo misma lo hago.

Sentada en el jardín tomando té helado junto a mi familia los veo a lo lejos caminar de la mano, llegan a la piscina y lo veo, realmente lo veo

Con torpes movimientos toma algo de su bolsillo y se inca en su rodilla. Cierro los ojos, no quiero verlo, duele demasiado.

A lo lejos se escucha un sí a todo pulmón, mi familia y la suya comienzan a aplaudir y yo solo quiero vomitar.
Lentamente abro mis ojos para encontrar a mi hermano mayor, jake mirándome. Puedo ver el dolor y la compasión que siente hacia mí en este momento.

Tengo que irme, necesito irme.

Mis manos tiemblan mientras todos se levantan y corren junto a la feliz pareja.

Tengo que irme, Dios tengo que irme.

Mis ojos se llenan de lágrimas desesperadas por salir y ya no lo soporto más. tambaleándome al borde de las lagrimas me dirijo lo más rápido que puedo a la casa.

Tengo que irme.

Escucho mi nombre ser gritado a lo lejos, aún así no me detengo. Llego a mi habitación, tomó una maleta de mi armario y comienzo a tirar ropa. Las lágrimas impiden ver lo que hago y que ropa estoy tomando pero no me importa. Nada importa ya.

Tengo que irme.

La puerta de mi habitación es abierta y jake corre a abrazarme.

El lo sabe, no sé cómo, pero lo sabe pense.

-Shh- intenta calmarme- tranquila Aby, todo estará bien.

Pensé que podía con esto, debía hacerlo, pero anoche al escuchar la noticia mi corazón se rompió. Creí que no podría sentir más dolor...me equivoqué.

-¿Como? .Yo. Dios- balbuceo mientras lloro en sus brazos- lo siento, Dios lo siento tanto Jake.
Sus brazos me sostienen con más fuerza mientras lloro con mi cabeza metida en su cuello.

Tengo que irme.

-No lo sientas hermanita, no elegimos de quien enamorarnos.

-Duele, duele mucho. - pongo una mano en mi pecho intentando respirar.

- Vamos, debemos salir de aquí.

Sin que nadie se de cuenta mete mi maleta en su camioneta y partimos sin rumbo alguno.

Dios, ¿porque a mí?

El amor de mi vida se va a casar... Con mi hermana.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora