Desperté gracias a la luz que se colaba por las ventanas de mi habitación, un nuevo día, otra mañana desastrosa; como es de esperarse mi madre llamo a mi puerta entrando después de un pase de mi parte, podría jurar que su sonrisa era mucho más grande que la del gato con botas de "Alicia en el país de las maravillas"
-Val, prepárate tus primos vendrán por ti en una hora, y quita esa cara, mira el lado bueno, conocerás gente nueva-
Creo que en estos momentos podría gritarle a mi madre lo frustrada que me siento por todo esto.
-Lo dices como si fuera tan fácil, oh, es verdad no lo es-
Comento con cierto tono de sarcasmo, pero ya es muy tarde, mi madre ya ha salido de la habitación dejándome sola con mis demonios sueltos.
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A regañadientes me levanto de mi cama y me voy al baño; luego termino de hacer todas mis necesidades, me visto y bajo a desayunar, y como ya es rutina, mi madre se ha ido dejando una simple nota:
"Cariño, espero que disfrutes el viaje, lamentablemente no puedo despedirme de ti personalmente, pero ya ves cómo son las cosas, ¿sabes?, estoy empezando a odiar a mi jefe, a quien se le ocurre trabajar un domingo, ¡claro! Solo a este cabeza de coco....... En fin, saluda a tus primos de mi parte y no hagas cosas que yo no aria."
Con amor, mama.
No pude evitar sonreír, a mi madre le encanta evitar decir palabras ofensivas, lo cual me causa demasiada gracia cuando trata de insultar a alguien pero lo único que logra es que la queden viendo raro –cosa a la que ya me acostumbre-
Desde que tengo memoria siempre hemos sido mi madre y yo, nunca he sabido nada de mi padre excepto de aquellos sobres llenos de dinero que llegan cada mes, lo cual agradezco ya que así no me siento una total carga para mi madre.
Estaba bajando mis maletas cuando Taylor y Adam aparecen causándome un gran susto; -¿Cómo han entrado?- cuestiono mientras sigo con lo que estaba haciendo antes de ser interrumpida por mis adorados primos, -nótese el sarcasmo-, -la llave que está bajo el tapete-, -oh- fue lo único que me limite a responder.
Después de saludar a mis primos nos dirigimos a su auto guardando mi equipaje en la cajuela, - Y bien, ¿Qué sientes al saber que vas a conocer a tu padre?- cometo Taylor con un tono burlón, -Pues creo que se siente mejor que saber que tu novia te termino porque aun duermes con Teddy-. Sonreí victoriosa al saber que había dado justo en el clavo, -Golpe bajo Val- exclama Adam mientras chocábamos los 5.
Nuestro viaje al aeropuerto consistió en bromas y canciones, realmente no quiero este cambio en mi vida, quiero seguir viviendo con mi madre y estar cerca de mis amigos, pero si lo veo de otra manera mi madre tendrá un descanso y podrá vivir la gran parte de juventud que se le fue arrebatada con mi llegada y la admiro demasiado, porque logro cumplir todas sus metas siendo madre, -una gran madre-. Me despedí de mis primos para poder tomar mi dichoso vuelo; ya dentro del avión me dispuse a buscar mi asiento, al hallarlo no me fije que había alguien a mi lado hasta que golpee algo con mi codo,-en este caso alguien-
-Oh Dios, realmente lo siento, discúlpeme-, en el momento en que subí mi vista mis mejillas adquirieron un color rojo carmesí, -Dios, este chico realmente es un dios griego-; creo que estaba a punto de babear cuando su vos interrumpió mis pensamientos: -Sé que soy irresistible pero podrías disimular un poco lo loca que estas por mí-
Con su estúpido tono arrogante basto para salir de mi hermosa burbuja, ignorando totalmente su comentario tome mis audífonos y mi preciado libro, perdiéndome en el arte de la lectura acompañada por diferentes melodías y géneros, cayendo en un sueño profundo.