P o e s í a

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Te vi llorando.
Prendiste un cigarrillo.
Me miraste,
con tus ojos rojos.
Y te alejaste.
Corrí por ti.
Pero te perdí.
Creí que podría tocarte de nuevo.
Aunque sea con la yema de mis dedos.
Pero ya era tarde.
No te veía.
Por un segundo creí que eras una ilusión.
Pero no.
Eras real.
Y lo sé,
porque mi cuello comenzó a arder,
y en él apareció una quemadura de cigarrillo,
entonces me acordé cuánto te encantaba quemarme con él.

Desperté en un hospital.
Con múltiples quemaduras en mi cuerpo.
Estabas enfrente de mí.
Fumando, como siempre.
Reíste secamente.
Y me volviste a quemar.
Pero esta vez, misteriosamente, no dolía.

Me gusta la poesía.
Y las cosas "extrañas".
Por eso escribí esto.
No tengo nada más que decir.

Michelle [Cancelada temporalmente]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora