Un día lluvioso del 1674 nació Fredric, en el reino de Priknas, reinado por Natell... Fredric era muy mimoso, todos querían tenerlo en brazos, a pesar de tener las cualidades de un bebé, este parecía ser muy diferente a cualquier otro.
Iba creciendo, aprendió a amansar animales con sólo ponerle la mano encima , hacer pociones, desplumar las malas plumas de los grifos... Pero había algo que Fredric aún no sabía algo normal, hablar. Sus familiares no sabían por que, creyendo que iba a salir como su hermano, el famoso Prottles, aquel niño muy amigable, respetuoso, y muy idiota a veces, como todos los demás... Menos Fredric.
Cuando Fredric cumplió los 9 años, no se sentía muy bien, era como que no se acordaba de nada de su infancia, sus libros, sus poderes, o incluso de como se llamaba... Todo era como volver a empezar, había que enseñarle de nuevo todo...
Su familia, rápidamente, al ver que su hijo perdía más capacidades, fue corriendo al castillo de Natell;
- "¿Qué queréis mis súbditos?" - Dijo Natell, despreocupada.
- "Querida reina, necesitamos urgentemente tu ayuda, es nuestro hijo, Fredric, no sabemos que le pasa... ¿Podría usted hacer algo por él? Haremos lo que sea..." - Dijo Rose, la madre de Fredric
- "¿Lo que sea?"
- "Lo que sea..."
Natell, continuó haciendo uno de los hechizos más complejos:
- "El niño es enfermo, y la anciana es sana, a él le queda mucho, a ella casi nada, cambia los cuerpos, el pequeño con salud y la mayor ya enterrada... Pero una cosa os diré, sólo durará hasta los 16, una vez los cumpla, ya jamás lo veréis"
- NO, NO, ¡PARA!. NO QUIERO SEPARARME DE MI HIJO, POR FAVOR.
- "Me temo que ya es tarde"- Le dijo con una sonrisa malvada.
Los padres, destrozados, veían como a Fredric le salía un resplandor, se iba haciendo más pequeño, e iba desapareciendo poco a poco, su madre, al ver esa reacción del hechizo de Nattel, puso en las manos de Fredric un frasco con un líquido rojizo.
- "Allá donde vayas, te estaremos esperando". Dijeron sus padres susurrando y alzando sus varitas hacia él, para sentir sus últimas pulsaciones.
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Todo puede cambiar
Fantasy¿Qué pasaría sí un día te levantarás y no hubiera nadie? ¿Sí todos esos recuerdos los vas olvidando? ¿Y sí un nuevo mundo está naciendo en tí? De un día para otro "todo puede cambiar".