The Day They Come For You |Malec +18|

★~Capitulo Único~★

★~.★~.★~.★

"¡Magnus! Ya te lo dije... Ellos me pueden quitar todo, mi esperanza, mi legado ¡Y mi vida! Pero Dios les ayude si cometen el error de venir por ti"

Esas fueron las palabras que su ahora esposo, Alexander Lightwood, le había dicho antes de salir del loft de Magnus, lugar en el que ahora vivían, echo un manojo de furia enfundando algunos cuchillos en la correa y su indispensable arco en el hombro. Dando un demandante beso a Magnus, quien se quedó con ganas de más.

Y no esperaría a cobrárselo cuando regresará.

Si es que se le daba la bendita gana de regresar.

Tres días, tres días en el que Alec no aparecía. Lo busco con su hermana Isabelle, Jace y no lo encontraron. Tanto que Magnus estaba comenzando a desesperarse y a salirle canas.

No sabia como estaba, donde estaba, si comía. ¡Demonios, ni siquiera sabe si esta vivo!

Dio un largo suspiro recargándose en el balcón de su hogar, las luces de su cuidad se alzaban imponentes ante su rostro. Las noches por las calles de Brooklyn era realmente hermosas, mostrándose las brillantes luces amarillas y uno que otro de un fuego artificial, lleno de color y brillo. Presidente Miau se enroscaba en sus pierna, pidiendo algo de atención, atención que no fue negada. Lo cargo en sus brazos y se encaminó hacia el interior del lugar recostándose en el sillón de cuero negro con Presidente en su abdomen, empezando a ronronear y quedarse dormido. Llevando a Magnus consigo.

Recordando lo que hubo pasado hace tres días. Cuando en su tercer aniversario un grupo de renegados o los restantes del Círculo le dieron emboscada después de una agradable cena en un restaurante francés que tenia loco a Alec. El objetivo claramente no era Alec, sino Magnus. Al ver que la única manera de hacer sufrir a la familia Lightwood era a través de su hijo mayor, dándole donde mas le dolía.

Magnus salio de allí gravemente herido que de no ser por su magia ya ni estaría vivo mientras que a Alec lo tenían agarrado fuertemente y sin posibilidad de movimiento. Doblegando su fuerza de voluntad al ver que tenían rodeado a Magnus. Sin posibilidad de defenderse agarrándolo de atrás y comenzando a golpearlo y haciendo que Alec pierda el control de si mismo. Algunos agresores lograron escapar malheridos y hechos un furia al no poder cumplir con su objetivo.

Magnus recuerda la cara desencajada de Alec al verlo sangrar llevándolo a un hospital mundano al no haber tiempo de llevarlo al Instituto.

Alec paso día y noche cuidándolo; al tercer día que regreso al loft enfundando sus armas y marcharse con la promesa de volver. Siendo cuidado por Ragnor o Isabelle.

Dio un mas largo suspiro antes de caer dormido.

(...)

Un pequeño ruido lo alertó, haciendo que Presidente empezar a gruñir y Magnus empezando a levantarse y ponerse tenso. Chispas azules salían de sus dedos alumbrado el lugar, el tiempo en que se quedo dormido fue irremediablemente largo, notaba la oscuridad de la madrugada y casi ningún auto dar marcha.