-Maldita sea! Acabo de llegar tarde por culpa de ese anciano.Quien se cree el! Un Dios,un espíritu que resucitó de los muertos,un sensey que se perdió del doyo. Al carajo! Me da igual a fin de cuentas no volveré tener vida social después de esta. Mi castigo será eterno. En fin tendré que entrar a la casa con mucho cuidado..... tal vez no se den cuenta.
-hay que subir despacio,sin un puto ruido(pasando por la ventana cae un trueno no muy lejos de la casa)ummm por lo menos esos ayudan un poco.
Después de recostarse sobre la cama empecé a experimentar recuerdos turbios de lo ocurrido en la noche hace contados minutos recordándolos con cada gota fría de sudor.
-asg! No puedo creerlo esta jaqueca no me dejara dormir.(realmente muy por dentro se que no es la jaqueca,es mas si me concentro siento que no tengo ni jaqueca,pero no puedo borrarme ese momento en mi mente que ahora sólo se convierte en imágenes aquellas de las partes mas traumantes que sufrí)
-En fin tendré que alimentar a Jomson
Mientras baje a la cocina
-ummmm?,donde puede haber dejado la comida de mi gato.........(corriendo la mirada de cajón a cajón atravesando el lava manos donde recae la luz de la luna de una ventana por encima de él, mientras llevo las llaves de mi dormitorio) -pe pe pe pepepero........que!!! Esa mie***.(presione con abundante fuerza mis ojos hasta lastimarme para ver si realmente era real lo que veia,esa maldita sombra a distancia reflejada atravez del resplandor de trueno atravesando la ciudad,quede en chock y entonces al escuchar el choque entre las llaves y el suelo)
-aaaaah que carajo!,eso no puede ser verdad,deberia llamar a mis padres?......no no puedo! Nisiquiera me he cambiado y con esta ropa mojada sospecharán que estube fuera hasta tarde es mejor subir.....
(Tenía mucho miedo así que revice el jardín ya estando en la ventana de mi habitación por sorpresa y alegría ya no estaba pero.....tenía un pequeño presentimiento que algo había cambiado. Además quien era ese viejo! Y por qué me dijo que siguiera el legado! Y exactamente qué legado!