¿Vale la pena vivir? (Editando)

Cap 1 - Mi vida.

Y todo comenzó un 27 de junio, en el año 1986. Según recuerdos de mi madre, fue un día precioso, el sol brillaba con una gran intensidad a pesar de ser invierno, había también una suave brisa, la necesaria para transmitir una pequeña sensación de calma.

Ahí, en ese momento, comenzó mi vida...

Tuve una buena infancia, solía jugar con mis amigos, iba a un colegio que quedaba cerca de casa, recuerdo con mucha exactitud ese colegio, nuestras maestras eran muy amables, cariñosas, no tenian problemas en repetir las cosas, además de que siempre nos trataban con mucho cariño.

Viví un tiempo en una casa de dos pisos, bien amueblada, de un color rojizo, con muchas ventanas y un olor agradable que se sentía apenas entrar a la casa.

La casa constaba de 4 habitaciones, un living comedor que tenía una mesa pequeña, debido al reducido espacio de la habitación, cuatro sillas de madera con una forma un tanto extravagante, éste tambien tenía una estufa a leña, que fue colocada unos meses antes de mudarnos, una tele de aproximadamente 13 pulgadas, en la cual solo se veían cuatro o cinco canales con suerte y en blanco y negro. También había un estante donde guardabamos platos, cubiertos, vasos, tazas y algún que otro alimento perecedero. La parte donde estaba la cocina tenía un horno, una heladera pequeña, de la altura de un niño de 4 años aproximadamente, la cual estaba sobre un pequeño banco de madera. Teníamos un escurridor bastante grande, que estaba en una especie de mesita. La habitacion también tenía 2 cuadros, uno de un faraón con dos pirámide y un cielo un tanto amarillento y el otro de un paisaje con un cielo azul y unos cuántos árboles. También estaban los diplomas de mi madre y mi padre los dos recibidos de magisterio.

Luego de esta habitacion había una puerta corrediza de vidrio la cual llevaba a un pasillo que tenia unas paredes blancas y un retrato en una pared, el retrato de mi hermana Silvia.

Al final de éste había una escalera de metal, que se encontraba oxidada cuando llegamos y "arregló" mi padre, además de pintarla de color negro.

Al subir éstas habían dos habitaciones, a la derecha la de mi hermana y yo, pintada de color gris y a la izquierda la de mis padres.

Nuestra habitación tenía una cama marinera, y teníamos una especie de rotación para usar las camas, la cual variaba cada semana.

Había una lampara y un escritorio con todos los cuadernos de mi hermana, que tenia 9 años y ya estaba en 4to año de la escuela. Ella tenía unas notas excelentes, había pasado todos los años con sobresaliente muy bueno y sobresaliente.

Al lado de éste tenia un baúl con todos mis juguetes, me gustaba jugar con autos y muñecos, como a casi todos los niños. También había unas decoraciones de origen Azteca, una mascara y un escudo.

Había una silla mecedora y una ventana que permitía todos los días la entrada de luz por la mañana.

Ésta también tenía un ventilador para el verano y una mesita chica para mi.

El cuarto de mis padres tenía un aroma diferente, debido a que sin importar si hubiera o no, mi madre tenía la necesidad de usar pastillas contra los mosquitos.

La habitación tenía una cama de dos plazas, que variaba entre dos sábanas, una de color verde que tenia hojas de un color verde mas fuerte y otra blanca con flores azules.

Tenían una ventana gigante en la pared del lado izquierdo y una cortina roja. Habían dos escritorios donde ellos planificaban y un cuadro de su autor favorito, Gabriel García Marquez.

Entre las dos habitaciones había un baño, que era un baño como los comúnes, azulejos azules en el suelo y la mitad de las paredes, un espejo, un lavamanos, una ducha, un retrete, un vide y una ventanita pequeña.

Ahí viví desde que nací hasta los 8 años, tenía a todos mis amigos en ese barrio, era un barrio para gente de clase media. Ahí nos gustaba jugar a la pelota afuera, aunque mi amigo Javier siempre la tiraba a la casa de los vecinos.

Mi padre trabajaba en una escuela rural, que quedaba a 30 km de nuestra casa mas o menos, siempre iba en una moto honda roja, y me solía sacar a pasear en ella.

Su nombre es Raúl y su apellido Montenegro, murió con 39 años, cuando yo tenía 9 años, un año despues de que dejaramos la casa, la casa que él tanto amaba. No la dejamos porque quisieramos, despidieron a mi madre del trabajo, de la unica escuela que había en 200 km a la redonda.

Papá era rubio, alto, un tanto gordo, tenia algunas pecas en la cara, cejas gordas y una nariz ancha y unos ojos verdes claros. Tenía barba y bigote rubios y orejas pequeñas. Le gustaba mucho

Nos mudamos a un apartamento, mi padre trato de ayudar a mi madre con todo lo que podía, hasta que lograron conseguirle un trabajo en una escuela que habían construido recientemente, la escuela ecológica como le decían en el barrio, asi que mama presentó su curriculum y consiguió el trabajo ahí. Igualmente no teníamos ninguna intención de mudarnos, otra vez cambiar de casa era un suplicio, además de que ya habiamos ordenado y arreglado todo en este apartamento.

Mamá nos cuidó a mi hermana y a mi desde que yo tengo 9 años.

Mi madre se llama Elizabeth, tenía 65 cuando murió.

Mamá era bajita, de mas o me nos 1.63, morocha de pelo lacio y ojos celestes. Nariz común y cachetes gordos, orejas chicas y cejas pequeñas. Era flaca y con piernas anchas.

Mi hermana Silvia, que es mayor que yo por 8 años, tuvo que trabajar y estudiar en la universidad a la vez para poder cubrir parte de los gastos, termino la universidad cuando yo tenia 10 años, y se fue a vivir con su novio Daniel, 3 años menor que ella.
Silvia era alta y delgada, pelo castaño con rulos en las puntas, ojos celestes, nariz ancha, cejas cortas y orejas medianas.

Su novio Daniel era morocho de pelo castaño, un poco enrulado, ojos marrones, nariz pequeña al igual que sus orejas, cejas bastante anchas y un poco de acné.

Y yo, Alejandro, 34 años, cabello largo, castaño y lacio, alto y delgado, cejas grandes ojos verdes y nariz mediana, orejas grandes. Me gusta, o bueno, gustaba vestir trajes, soy bastante serio, aunque con las personas que tengo confianza me desarrollo un poco más. Me gusta tener todo organizado, no puedo ver números impares, excepto el uno, y aunque esto que dije les haga pensar que soy un hombre obsesivo con la limpieza me se manejar en ambientes de supervivencia, he ido a cursos de supervivencia y se los principios básicos de la misma.

No tengo esposa ni hijos, pero tengo una compañera de 35 años, se llama Sofía.
Y ahora me encuentro así...