THE FAT ONE

El hombre de la fiesta.

Logan me regaló una última mirada antes de abrir la puerta de su auto y desaparecer de mi vista.
Me percaté sólo unos minutos después de que aún seguía expectante en la ventana, seguí el auto de Logan con la mirada hasta que salió de nuestra calle y no lo pude ver más, y aquí seguía, esperando que Logan, mi supuesto mejor amigo regresara.
Me sentía muy triste, aún no sabía bien por qué Logan se había molestado conmigo, supongo que después de que pasas algún tiempo lejos de un ser querido ambos cambian, yo me siento cambiada, aún siento el viento inglés removiendo mi cabello y mis ideas.

"Corazón, deja todo así, después llamo a Ilda para que desempaque, ven a disfrutar tu fiesta, Sasha regresó con galletas." Entró mi madre eufórica, aún lo estaba por mi llegada.

"Pero iba por Logan" susurré.

"Qué dices?" Sonrió mi madre.

"Que extrañaba los postres de Sasha, vamos abajo" le regale una sonrisa forzada a mi madre y bajamos abrazadas.

Mi tarde transcurrió básicamente en compañía de Sasha y mi madre, ambas preguntaban por el clima, monumentos, que había hecho y todas esas cosas de las que no quieres hablar cuando regresas cansada de un viaje. Cuando estaba sentada en la sala hablando de la hermosa casa de los Booth podía escuchar claramente como mi cama gritaba mi nombre, mis sábanas reclamaban mi cuerpo y mis almohadas mi alma, sólo quería dormir.

"Háblame más acerca de ese tal Douglas, cuando lo mencionaste se te llenó la mirada de... No lo sé, dime más de él" exigía Sasha dando un sorbo más a su taza de café y con una sonrisa traviesa.

La mejor parte había llegado, hablar de Douglas, de mi confort, de él mejor niño que había conocido en toda mi vida.
Suspiré e iba a comenzar a hable de él cuando la puerta se abrió, mi madre y Sasha se pararon rápidamente, supuse que era mi padre, escuche como se aclaraba la garganta, como exigiendo que volteara a verlo y ahí estaba.
Mis ojos no podían creerlo, mi corazón dio un vuelco, lo sentía latiendo en la garganta, llevaba globos de helio, flores y una caja de pizza, seguro mi cara estaba más revuelta que mi estómago, no sabía qué hacer, corría? Lo abrazaba? No hacía nada? 

"Bienvenida a casa Meg." Dijo con una tímida sonrisa.

No sabía qué decir, no podía moverme.

"Pasa Logan, pensábamos que tenias cosas de la escuela." Habló mi madre y este entró.

"Vamos a la cocina." Apenas escuche a Sasha y de reojo vi como salían de ahí.

Y entonces corrí hacia él y lo abrace como había querido hacerlo desde el día que partí de casa.

"Tranquila Meg, harás que se me caiga la pizza." Dijo riendo.

"Lo siento." Respondí mientras soltaba lentamente mi abrazo.

El dejó todo lo que traía en el sofá y acto seguido se abalanzó a mí. Ese abrazo por el que había estado esperando fue aún mejor de lo que esperaba, enterró su cara en mi cuello y dio un respiro hondo.

"Te extrañé muchísimo" le dije al oído y sentí como sonreía.

"Pensé que no vendrías, no contestabas mis llamadas, me parece que cambiaste tu número, nunca estabas en casa..." Me separé de él y busque una respuesta.

"Lo siento Meg, supuse que ibas a estar ocupada todo el tiempo con tu novio, no quería molestarte o interrumpirte en un momento íntimo, ya sabes, haciendo cosas sucias." Me dio un pequeño codazo, como jugando conmigo.

Yo fruncí el ceño y lo mire, <<qué me estaba diciendo?>>

"Vamos Meg, un año con él, no me digas que no te supo dar placer." Soltó una carcajada.