Indomable

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Sol, amo el sol, me da el calor que mi cuerpo parece necesitar, la noche de ayer fue algo fría y hoy a amanecido con un sol delicioso, me estiro remilgosamente en mi cama disfrutando de los rayos del sol que se cuelan por la ventana, hay silencio parece que mis papás aun duermen, quizá con un poco de suerte papá no vaya a trabajar el día de hoy.

Nuestra casa es pequeña, pero acogedora, somos muy felices los tres, quiero verlos dormir, así que con toda la pereza del mundo me dirijo a su cama, papá abraza a mamá, ambos están en un profundo sueño… el rugido de mis tripas me avisa que es la hora del desayuno, comienzo a saltar sobre ellos ¡Tengo hambre! Un gruñido de  parte de mi mamá y un largo suspiro de mi papá me indican que he logrado mi cometido… despertarlos, mi papá es el primero en levantarse, lo veo estirarse en la cama –Buenos días mis dos amores – dice con voz ronca por el sueño que aun no deja su sistema, con pereza comienza a cambiarse, su  pijama a sido sustituida por un  pantalón azul, y un polo blanco (al menos así lo llama mi mamá). Mi suerte no es mucha ya que papá irá a trabajar, no me gusta que se valla y jalo sus pantalones para que Él no se marche, pero mi papá solo niega con la cabeza y me deposita en los brazos de mi mamá, lloro, lloro porque no me gusta verlos separados, me escabullo de los brazos de mi madre y me cuelgo de la puerta en un vano intento de detener su partida.

-Volveré más tarde, ve con mamá para que te de desayunar pequeña – dice mientras acaricia mi cabeza – cuida de mamá – me levanta en brazos y besa mi cabeza, a mi manera le digo que si.

-Cuídate mucho – dice la voz adormilada de mi mamá mientras me abraza y le besa a Él – Pórtate bien – dice con un gesto extraño a lo que mi papá solo asiente mientras acaricia la larga melena de ella –Busca la dirección, no quiero que se pierdan – dice mi papi con voz grave, me gusta su voz y a mamá también, ella solo asiente mientras lo vemos partir.

No pasa mucho tiempo cuando mamá sale, me dice que no tardará mucho y que esta vez no podremos desayunar ya que se nos haría tarde. Se acerca rápidamente a mí para plantarme un beso, pero me asusta, a veces mamá se mueve muy rápido, Ella solo hace ese gesto extraño que yo no puedo hacer por que no lo entiendo, pero mamá solo acaricia mi s manitas antes de marcharse. Corro hacia la ventana para verla caminar entre las calles, veo su melena ondearse mientras cruza la calle, veo que un perro se acerca a olerla ¡Odio a los perros! Son apestosos, tontos, agresivos, mordelones… ¡los odio! Pero ella no le hace caso, no dejo de mirarla hasta que se pierde detrás de una casa. No se cuanto se tarde en volver, así que me recuesto en mi cama mientras me duermo un rato más

-Ya llegué – dice mientras entra a la habitación- ya vi donde debemos ir, en realidad es muy cerca de aquí- toma mi cobija rosa y arregla mi transporte, besa mi cara y me asegura en el transporte, es cómodo pero prefiero sus brazos. Cuando por fin salimos de casa el sol ya esta alto, quisiera saber a donde vamos pero el calor es tan reconfortante que de forma inmediata me quedo dormida.

Manos, es lo primero que siento, pero no son las de mi mamá, ni las de mi papá, son grandes, frías y ásperas, me toman por la nuca y me suspenden en el aire ¡Tengo miedo! ¡No se que pasa! Trato de encontrar a mamá pero no la veo por ningún lado, trato de llamarla pero ella no aparece ¡Mamá! Es lo único que puedo pensar, de pronto un hombre se pone delante de mi, tiene pelo en la cara y tiene un hedor extraño, a lo lejos escucho llantos y gritos, también risas ¿Qué está pasando? Otro hombre intenta tomarme de las manos, intento morderlo para que no me toque pero aun cuelgo de las manos del otro señor lo que hace casi imposible mi tarea… De la nada siento un aguijonazo, duele, duele mucho ¿Dónde estás mamá?

Estoy tan concentrada en mi dolor que no me percato del momento en que ya estoy en brazos de mi mamá, trato de observarla pero se me nubla la vista y empiezo a tener mucho frío, Ella me abraza aun más para tratar de darme calor pero es imposible, comienzo a temblar, sin embargo antes de que pueda olvidarme de lo que acaba de pasar, vuelven a tomarme de la nuca, siento como me amarran a una mesa, mamá intenta volver a mi, pero no la dejan.

Me siento débil, no tengo fuerza para seguir luchando, estoy muy asustada, solo quiero que esto acabe, quiero que no le hagan daño a mis papás, por que aunque no son mis padres biológicos daría todo por ellos, me quisieron cuando nadie me quiso, me cuidaron cuando nadie mas lo hizo, aun ahora recuerdo las frías calles y como ellos llegaron a mi…

Hago un ultimo esfuerzo para liberarme pero la aplastante obscuridad me absorbe, lo último que veo antes de caer en la inconsciencia es a un par de hombres y  un par de mujeres alrededor de mi, uno de ellos tiene algo en su mano, parece filoso ¿Qué me harán? No sé si estoy dormida o despierta pero veo a mamá reír con papá mientras se alejan de mí, corro tras Ellos, pero se alejan aun más ¡No me dejen! ¡Prometo portarme bien! ¡PAPÁ! ¡MAMÁ! Y la obscuridad vuelve a engullirme.

No se cuanto tiempo ha pasado, pero el sol ha comenzado a calentarme, comienzo a percibir sonidos, pero son los mismos de hace un momento, llantos, risas y gritos, no quiero abrir los ojos, pero una voz parecida a la de mi mamá me incita a despertar, cuando finalmente estoy despierta siento horror al saber que no veo nada, ¡Me han vendado! ¡¿Qué me hicieron?! La voz se oye preocupada, me esfuerzo por ponerle atención pero lo cierto es que todo lo oigo demasiado fuerte y distorsionado, creo que me ha dicho que volveremos a casa, ¿Me llevará con mamá?

Tengo frío, el hedor extraño ya no es tan potente ¿Habremos salido? ¿Nos capturaron nuevamente? ¿Mamá estará bien? ¿Atraparon a papá? Ya no siento la presión en los ojos, con lentitud los abro y con gran regocijo me doy cuenta que puedo ver, sin embargo estoy muy mareada, todo se mueve y no reconozco el lugar, me comienzo a asustar, pero el aroma suave y dulce de mi mamá me llega de cerca, la veo recostada a mi lado pero también veo unas rejas, ¿Rejas? Intento llamarla, pero no puedo, intento tocarla, así que saco mi mano para tocarla, pero sigo débil.

Atrapada, así es como estoy, digo aun sin poder creer mi suerte, de pronto alguien me fuerza a tomar agua, el tiempo a dejado de tener importancia, ya no importa si no puedo estar con mi familia, fui feliz mientras estuve con ellos y eso me basta, solo espero que donde quieran que estén ellos sean felices -¿Cómo sigue?- la voz irrumpe mis pensamientos pesimistas –Ya mejor, pero aun está algo atontada – dice otra voz, luego una gran mano cálida me acaricia la espalda –Tranquila bebé, ya estas en casa - ¿Casa? ¡Un momento! ¡Esas voces! ¡Estoy en casa! ¡No me han dejado! Quizá todo fue un sueño, abro los ojos y veo que papá abraza a mamá, ¡Ya no hay reja!, ambos duermen tranquilos, miro a mi alrededor y me fijo que he vuelto a casa, me relajo pensando en que todo fue un sueño, pero un escozor en mi barriga me hace dar cuenta de la verdad, miro mi estomago y veo una costura pero ya no me siento rara, no se que ha pasado y no me importa, no si ellos están conmigo –Me encanta oírte ronronear – dice mi papá mientras me acaricia – Eres la gatita más linda y valiente que he visto, Te quiero – dice mi papá mientras meneo m rabo en signo de conformidad y alegría.

Fin

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