La noche se hizo larga. Vivir en el centro de Los Ángeles no es lo más recomendado para las personas que sufren de ataques al corazón, ataques de asma o algún ataque de algo. Es muy ruidosa y por ende algo peligrosa. Vivimos en la calle 87, ente la 60 y la 62.
Es un lindo departamento, pero ya se está volviendo algo chiquito. Me desperté al sentir el sonido del maldito tren que pasa todas las mañanas a la misma hora, a unos 5 metros de nuestra casa. Entre al baño y me di una refrescante ducha.
Desperté a mi amiga y partimos hacía el trabajo. Estar entubada dentro de un vestido de oficina es lo más incómodo del mundo. Los zapatos los tolero, se me ven lindos.- Tengo que ir por Alejandro, nos vemos en la oficina - me dijo y se despidió de mí con un beso.
Cruzo la calle y yo seguí de largo, antes de continuar me detuve en Starbucks a comprarme mi rico Café de todas las mañanas. Los tacones de mis zapatos hacían un ruido muy molesto. La calle estaba bastante desolada, para esa hora. Mi corazón comenzó a latir más rápido al sentir que alguien estaba siguiéndome. Me di vuelta, pero no había nadie. Seguí mi camino. Apure mis pasos, esto se estaba volviendo algo malo. Doblé por un callejón, creo que así cortaría camino. Mi respiración se agito al sentir la presencia de alguien allí. Me di vuelta para mirar atrás de nuevo y no había nadie. Gire...
- ¡Ay por el amor de Dios! - dije espantada al chocarme con alguien de frente.
- ¿Por qué siempre lo nombran a él? - pregunto. Me aleje un poco y lo mire bien.
Completamente vestido de negro ese hombre era un dios en vivo y en directo, sus ojos azules con una tonalidad cristalina eran, ¿cómo decirlo sin sonar idiota?... impresionantes. Su pelo castaño oscuro casi llegando a un tono negro y de buen porte.
- ¿Quién eres? - le pregunte después de unos segundos de observarlo.
- Hola preciosa, me dijeron por ahí que ayer me anduviste nombrando - me dijo. Fruncí el ceño. Sonrió de costado y ardí completamente ante eso. Demasiado calor hacía en ese callejón y más mirándolo.
- ¿Qué? - le pregunte. De una manera inexplicable para mí, él se colocó a un paso de mi cuerpo.
- Un gusto, soy el Diablo...
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Hola,¿Como están? aqui el siguiente capitulo!!! las cosas se comienzan a poner interesantes....no parece pero si xD
Hasta luego
-Con cariño MAGGS❤
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• Where He Goes, Goes The Fire• ∆Chandler Riggs Y Tu∆
Random¿Nunca pensaron en venderle su alma al Diablo por conseguir todo lo que quieren en la vida? Yo sí, lo pensé y lo hice. Pero, ¿Qué pasa cuando te terminas enamorando de él? No solo se lleva tu alma, sino que tu corazón también.