El aparto su mano y mi pezón ya era más que notorio.

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No lo pensé mucho en realidad, solo lo hice... deslicé mi mano por debajo de mi camiseta y me quite el sujetador, puse el brasier a un lado y me levante un poco la camiseta dejando uno de mis senos al descubierto. Y le dije – mira..

El no parecía asombrado de nada, en realidad se comporto de lo mas natural, se acerco hacia mi y me miro el seno y me dijo sonriendo

Eso son solo bolitas de grasa. Pero mejor pregúntale a tu mama, - y añadió – ¿en el otro también tienes igual?

-Si – le respondí y le mostré el otro..

Los miro con mucho cuidado y me pidió que le mostrara los dos a la vez, cosa que hice de inmediato, la verdad era la primera vez que hacia eso, nunca nadie a excepción de mi madre me había visto los senos desnudos.

Sabes, en verdad tienes unos senos preciosos- me dijo..

-De verdad lo crees, pero no tengo pezones...

¡Como que no! observa – dirigió uno de sus dedos (el índice) y comenzó a masajearme el pezón con la punta del dedo, vez..

Y en realidad mi pezón comenzó a asomarse a medida que él lo tocaba, yo esto no lo vi raro, todo parecía tan natural, que creo que menguo en algo la sorpresa que debería haber tenido de que se haya atrevido a tocarme el seno, pero si me causo sorpresa cuando la palma de su mano comenzó a acariciar la parte baja de mi seno, sentí como una corriente eléctrica subía desde su mano y recorría mi pecho, me fue tan agradable, que desee que no parara. El aparto su mano y mi pezón ya era más que notorio, de hecho nunca lo había vista tan grande y sobresaliente.

¿Solo primos? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora