No dejando pasar la oportunidad

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«Cuando cierres los ojos piensa en lo mucho que te ame y en lo idiota que fuiste al dejarme ir...»

Cha SunWoo no dejaba de leer el mensaje que había llegado a su móvil hace minutos. ¿Qué estaba pasando? ¿Qué hizo mal para que aquel chico que decía amar terminará con él de aquella manera?

—Maldición Jung Hwan contesta... por favor... solo una vez más...

Sun Woo llevó media hora tratando de contactar a lo mejor que le había sucedido en la vida, ansioso, mordía sus uñas hasta romperlas, no podía creer que aquello estuviera pasando, sabía que llegaría un momento en el cual su novio le quisiera dejar y no era para más, tenían cuatro años de relación y aún no podían tomarse de la mano en público, bien sabía Sun Woo que era su culpa, claro que si, porque era un cobarde y le tenía miedo al que dirán, en cambio Sandeul era distinto, a él le gustaba mucho expresar lo que sentía y no le importaba mucho lo que la sociedad dijera.

—Ah... Dong Woo hyung que bueno que responde, ¿Sandeul está con usted?

La voz se le hacía entrecortada y los ojos ya le ardían, él era un hombre fuerte pero Sandeul siempre le había hecho sentir débil, débil ante sus besos, su sonrisa, sus caricias, era un niño, un niño pequeño que ahora lloraba al saber que la persona que amaba se iba de su vida en un avión directo a quién sabe donde.

Te puedo ayudar pero no cometas más errores.

Aquellas palabras habían abierto ante él una pequeña luz de esperanza, dulces y amorosas palabras de su gran amigo, aquel que sabía todo y aún así callaba. Se puso el primer abrigo que encontró a la mano y se fue rumbo al encuentro con su único amor. Por supuesto está, con la ayuda de su amigo, quién no tardó mucho en recogerle en su carro. Durante todo el trayecto no hacía más que pensar en la sonrisa de su ser especial, en su hermosa voz, sus movimientos, y en su totalidad. Aún recordaba como lo había conocido, casual o quizás había llegado a él caído del cielo, no lo sabía, solo sabía que se enamoró a primera vista y que había hecho mal una vez más.

Debe estar esperando su vuelo, pero no se en que área... solo dijo que se iría.

Esas habían sido las palabras exactas de su amigo. Ahora se preguntaba donde podría estar ese chico, algo, algo se le tendría que ocurrir pues ya estaba cansado de correr gritando su nombre, y en toda su desesperación una idea se le ocurrió.

—Hola... hola... soy, soy pésimo para esto, mi nombre es Cha Sun Woo, bueno eso a nadie le importa pero yo estoy buscando a alguien, mi persona especial, saben yo... yo aún tengo miedo pero no por el que dirán si no de que esa persona me deje. Estoy enamorado. Llevaba cuatro años con esta persona hasta que decidió dejarme porque no supe darle el lugar que merecía, lo siento mucho... en serio yo no te quiero perder, incluso ahora no se si esto sea en vano y ya te hayas ido, solo quería decir que te amo Lee Jung Hwan te amo tanto que ahora me meteré en problemas por entrar a esta cabina sin autorización, pero así me enseñaste a ser, un loco, un loco que haría todo por ti...

Quién sabe cuantas personas habrán declarado su amor de la misma forma. De repente, por eso la locutora de la cabina le había dedicado una dulce mirada y le había ayudado a que escapara de los guardias. No tenía nada que perder por eso no corrió, ni gritó, solo salió caminando y se dejó llevar o mejor dicho arrastrar por los guardias.

—También te amo Sun Woo, sin importar lo idiota que seas, yo te amo.

Solo conocía a alguien que podía incluir en una frase de amor un insulto, y era una de las cosas que más le enamoraban de Sandeul.

¿Acaso era un espejismo?

Su Jung Hwan estaba parado a pocos metros de distancia, tenía los ojos rojos, la cara hinchada y la nariz aún más roja. Estaba hecho una desgracia pero ante los ojos de Sun Woo era lo más hermoso del mundo; su amor se veía a leguas, tanto así que incluso los guardias le soltaron solo para que éste pudiera recuperar lo que tanto amaba.

—Adelante, romeo.

Le había dicho uno de los guardias.

—No me dejes nunca porque me pierdo sin ti.

Abrazó tan fuerte a Jung Hwan que parecía como si sus cuerpos se fueran a fusionar. A Sun Woo no le importaba cuanta gente a su alrededor les estuviera mirando con disgusto o aprobación, solo le importaba saber que había podido recuperar lo que tanto amaba, porque a pesar de que el mundo estuviera en su contra, mientras estuviera a lado de aquella persona Sun Woo se sentía invencible ante todo.

No dejando pasar la oportunidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora