Prologo

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Cada vez las cosas empeoran aquí; los barcos que solían traer comida ahora tardan más de lo común, cientos de personas desaparecen con el paso de las semanas. Me aterra lo que nos deparara el destino .Intento mantener la calma e intentar no agitarme para que asi ellos no logren rastrear mis latidos , llevo un par de dias asi en el mismo lugar, esperando alguna señal de erick... Maldición dónde está?! hoy ha tardado mas de lo normal sus expediciones no suelen durar mas de una o dos horas. Realmente no sabria que hacer si lo llegaran a descubrir no se si podria valerme por mi misma sin almenos alguien en quien confíar.Desde las primeras alarmas la vida que conocemos se empezó a desmoronar, Pasamos de ser una cuudad ruidosa a solo un lugar en silencio y lo único que llega a mis oidos son susurros inútiles que recorren las calles pasando de boca en boca de gente llena de pánico anunciando el fin del mundo que conocemos distorsionando la verdad incierta de lo que en realidad está pasando en la isla....

Llevamos más de 100 aňos buscando la forma de sobrevivir. Nadie recuerda como era el mundo antes de que los grandes barcos de metal trajieran a los que serían los fundadores de nuestra ciudad . Mi abuela en sus lapsos mas inquietos y cuerdos podia recordar historias del inicio de la isla, nos contaba como despues de la guerra de los grandes de hierro los vencedores habian hecho alianzas y se habian proclamado los dueños y amos de lo poco que quedaba en el mundo, dueños de las pocas almas miserables que aún seguian con vida. Entonces llego el momento en el que decidieron sin ningun motivo aparente empezar a perseguirlas, acorralarlas y como si fueran animales marcarles en sus muñecas con números y simbolos que nadie entendia para despues ser obligados a entrar  en contenedores y ser embarcados en grandes barcos metalicos pasando más de diez días sin ver la luz del sol, sin saber a donde irian a parar .De ves en cuando les suministraban comida y agua en platos sucios que a penas alcanzaban para todos. Los niňos habían sido aislados en sitios separados ; cuando esto mi abuela era tan solo una niña pero su madre logro ocultarla bajo un gran faldon y asi evitar que se la llevaran, pero las que no tenian tal suerte cada noche gritaban y arañaban las grandes paredes buscando alguna respuesta pero lo unico que oian era el eco de las olas que golpeaban bruscamente  el caso del barco.

Cuando por fin llegaron mi abuela y su madre era de madrugada una peculiarmente fria las dos casi ciegas por el extenso periodo de oscuridad de la travesia aun no creían lo que estaban viendo, se encontraban en una isla tiradas en alguna parte del mundo. Al bajar los hicieron caminar a traves de un muelle formando grandes escuadrones de gente. Las personas miraban aterrorizados a aquellos que los habian traido allí, nunca ninguno de ellos mostro su cara; todos llevaban mascaras con filtros como si hubiera algun tóxico en el aire, tenian armas en mano y vestían una especie de uniforme militar. Estos sin decir palabra los guiaron hasta una especie de entrada al final del extenso muelle, aquellos que intentaron resistirse fueron arrojados y se ahogaban al no saber nadar o morian de hipotermia antes de llegar a la  orilla. Despues de caminar en total silencio solo escuchando el crujir de la madera a sus pies lograron atravesar todo el muelle el cuál en su final se vislumbraba una especie de umbral que cercaba gran parte de la isla, en su parte superior habia una placa de acero que al irse poco a poco la niebla se podia leer una inscripción tallada "Bienvenidos a la ciudad de los afortunados".

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⏰ Última actualización: Mar 19, 2018 ⏰

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