Reglas Para Fingir Amor ·Editando·

1.

-Hace una semana exactamente cuando mi novio... o mas bien dicho "Ex" novio llegó hasta mi solo para poner mi mundo de cabeza y todo por una falda corta y un par de tetas grandes.

Hoy en día estaba en Londres, mi nuevo hogar. Me mude a la casa de mi mejor amiga Emma, el apartamento es cómodo, lujoso de echo. Emma es hija de un coronel y la directora de la universidad más grande en New Jersey, por lo tanto ella nunca ha trabajado en su vida.

—¡Llegue!—gritó desde la entrada, podía distinguir que tenía unas 20 bolsas, sigo pensando que un día de estos se romperá un brazo o una pierna o quizá un... ——¡Adivina que!—Alcé una ceja, no es que sea una amargada -o quizá si- pero cada que Emma llega de hacer compras, siempre trae alguna "noticia" lo cual es sinónimo a problemas o al menos así lo veo yo.
—¡Hoy hay fiesta!—gritó como loca agitando los brazos, ¿Lo ven?  Problemas, ya sabia yo que era toda una fiestera lo cual es algo malo si tomamos en cuenta la última vez que bebió y terminó abollado el auto de mi ex y rompiendo las ventanas de su casa, algo infantil si me lo preguntan y me avergüenza decir que yo di la idea aunque no me arrepiento a pesar de la multa por daños a propiedad privada. No asistiría a esa fiesta y ella lo sabía es por eso que al no escuchar un grito por mi parte, me miró aburrida dejando caer los brazos, la miré fijamente dejando de masticar mis nesquik.

—¿Que?— Pregunté con la boca llena de cereal.

—No hagas eso, es asqueroso—hizo una mueca y apartó el tazón de mi cara— Tienes que divertirte un poco, ¿Dónde quedó mi chica fiestera?

—Murió—tomé de nuevo mi platillo y volví a comer pero esta vez me dirigí al cómodo sofá y prendí el televisor, genial los picapiedras.

— Oh, vamos Lily, necesitas distraerte, es la primera vez que te veo así por un chico y déjame decirte que estas ganando peso— mentía, yo lo sé,  mi complexión desde siempre ha sido delgada. Aun así dejé el tazón a un lado.

— Ahora ve y alístate.

— No , no iré.

— Si iras.

— No iré.

— Si.

—¡Que no!

—¡Que sí!—Nós miramos fijamente, si de algo estoy segura es que no cederé ante ella,  no ésta vez.

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Oh pequeña Lily, ¿Qué te deparará el destino?
❤Gracias por leer.