9 de Abril del 2016

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Ya casi un mes desde ese día, la verdad ya casi se me han olvidado todas las preguntas que tenía, como nadie iba a responderlas entonces preferí olvidar y seguir como si nada hubiera pasado.
Hoy voy para la casa de mi mejor amigo, en el camino sentía como si nos estaban siguiendo, ya casi llegamos a la casa cuando de pronto nos rodean unos templarios en lo que me doy vuelta estaban golpeando a mi amigo, no sé de dónde saqué fuerzas para golpear a 2 de ellos, apenas les doy el golpe salieron dos hombres con túnica blanca y empezaron a pelear contra los templarios como si nada los vencieron.
Apenas acabaron con todos, salió Mateo y me pregunto:

-¿Estas bien?
-Yo sí, mi amigo está muy golpeado.
Mateo le da la orden a sus hombre que levanten a mi amigo.

Lo llevamos a su casa y les digimos a sus papás que nos querían asaltar y que él se negó entonces lo empezaron a golpear, creo que lo creyeron, lo bueno es que al final no estaba tan golpeado sólo con un poco de descanso.
Ahora Mateo me va a tener que responder mucho.   

-¿Mateo ahora si me vas a responder?
-Claro que sí, yo te dije que te iba a responder todo.
-Bueno hasta que por fin.
Tanto que he esperado para obtener respuestas.
-Primero ¿Quienes son ustedes?
-Somos Asesinos.
-¿Asesinos? Eso no me lo esperaba. ¿Por qué dices que yo tengo que salvar el mundo?
-Presta atención, tienes 3 antepasados Altaïr, Ezio y Connor, ellos pasaron sus vidas luchando contra los templarios, como son tus antepasados tienes que terminar lo que ellos comenzaron. Ahora los templarios tienen un arma con el que pueden destruir el mundo pero te necesitan a ti para activarla.
-¿Por qué me necesitan a mí?
-Porque necesitan que vayas a pasado por una información que sólo tus antepasados conocen.
-¿Cómo piensan mandarme al pasado?
-Por medio del Ánimus, es una máquina que revive los recuerdos de tus antepasados.
-La verdad no sé que decir.
-Ahora necesitamos entrenarte para que puedas luchar contra ellos.
-No creo poder hacer eso.
Es tu decisión no te podemos obligar.

Después de eso no sé que hacer porque es mucho para la edad que tengo no creo poder resistir el entrenamiento. Ya por lo menos sé quienes son todos ellos.

Antes de que Mateo se fuera con sus dos estudiantes les puede ver la cara... Eran mis papás, no los reconocí por la túnica blanca que llevaban.
Cuando llegué a la casa estaban ellos como si nada pero ya sé su secreto. Hablé con ellos y me convencieron de empezar el entrenamiento porque presentían que iba a pasar algo muy malo. Al final acepté que Mateo me entrenará.
Los días se volvieron meses ahora ya no soy el mismo me siento mas fuerte, poderoso, ahora soy un Asesino.
Pasaron 4 meses, mi entrenamiento estaba comenzando apenas pero ya me sentía muy capaz de vencer a los templarios.
Mis papás ya no son estudiantes, ahora son maestros, ellos y Mateo son los que me están preparando dicen que algo malo está apunto de pasar, porque siempre los mayores tienen razón.
Yo tenía que ir al colegio, todo esto era secreto a nadie se lo puedo contar, mis maestros me enseñaron a que en muy pocos se pueden confiar en la vida de un Asesino.
El 18 de agosto estaba en el colegio ese día tenía taller, estaba aparte de el resto de las aulas de clases normales.
Estabamos en el aula tranquilos ya que habíamos trabajado muy duro, cuando de pronto empezaron a gritar mis compañeras que estaban afuera del aula salimos a ver y eran unos hombres que las tenían amenazadoras si se movían las mataban.
Entre esas estaba Maria, la muchacha que me gusta desde hace mucho, solo que no tengo el valor de decirle todo lo que siento, quien lo diría no me da miedo pelear contra los templarios pero me da miedo decirle todo a Maria.
Ni lo pensé dos veces, corrí donde estaban ellos dos y noté que tenían una cruz en la espalda, les di un golpe a los dos y los mandé al suelo y me dijeron:
-Puedes vencernos a nosotros dos pero no podrás contra todos los demás jajajajajaja.
-Ya lo veremos.
Le dije al profesor del taller que los mantenga vigilados porque son muy peligrosos, me fui a donde estaban Maria y el resto de mis compañeras y les pregunté si estaban bien, me que sí estaban bien, muchas gracias.
No me detengo ya que yo sabía que habían más de esos hombres por todo el colegio, fui adentro del aula y me puse mi sueta, busque las hojas ocultas con las que entrenaba ya que estaban un poco en mal estado cuando iba saliendo del aula me puse el gorro de la sueta y le dije a todos:
-Ya vuelvo voy a salvar el Colegio.
El profesor y mis compañeros me dijeron que me cuidara mucho.
Ahora vamos a ver si está dando resultado todo el entrenamiento.
La verdad estaba un poco nerviosos por todo, por saber si el entrenamiento estaba funcionando, por saber si iba a lograr salvar el colegio yo sólo.
Pensé llamar a mis papás, pero mejor no, ellos están en sus asuntos.
Llegué adonde estaba el primer grupo de templarios y puse atención lo que estaban diciendo.
-El maestro dice que tenemos que llevarlos a todos al gimnasio arriba
-Sí, llevemoslos ya.
Era el momento para atacar eran 7 templarios. Eran más de los que algunas vez enfrente pero la verdad me sentía capaz de derrotarlos solo luchando me voy a dar cuenta.
Empecé a luchar con las hojas ocultas, no los maté pero le hice una herida para que no pudieran ni levantarse.
Logré liberar a los estudiantes para que se fueran a salvo, traté de que no me vieran la cara, prefiero que no se den cuenta de quien soy.
Ahora voy con el siguiente grupo.

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