You And I

Capítulo 2

Pasa otra semana igual que la anterior, deseando que llegue el viernes con todas mis fuerzas.
Cuando por fin llega, vuelvo a llegar pronto, aunque no tanto como la semana pasada. Hoy llego cinco minutos antes y no tarda mucho en llegar Mónica, pero no viene sola. Un chico no mucho más alto que yo, de ojos azules con flequillo y pelo castaño la acompaña. Lleva una camiseta básica blanca y unos tirantes rojos enganchados en el pantalón azul claro. 

- Hola Oli, mira te presento a Noah. Ha venido a probar e igual se apunta - sonríe y le devuelvo la sonrisa. Nunca he hablado con chicos, nunca he tenido amigos, no se como hablarle... ¿ser yo misma? Supongo
- Hola Noah, soy Oli
- Encantado - me da dos besos.
Es el máximo contacto que he tenido jamás con un chico y ahora mismo me late el corazón a mil por hora.
Entonces, entra Olivia en clase y nos dice que nos sentemos en círculo (como siempre). Y las clases como la de hoy son las que ella denomina "tras las cámaras". He de decir que me gusta mucho más estar delante pero mi sitio está en clases como esta, justo detrás. Damos una clase de tipos de planos y ponemos varios ejemplos. En las dos horas que ha durado la clase he hecho varias bromas con Moni pero no he vuelto a hablar con Noah aunque, extrañamente, mi mirada le busca siempre que tiene ocasión. Por suerte en esos momentos el no está mirando hacia mí.
Acaba la clase y me despido de Moni con un fuerte abrazo, y de Noah con un simple "adiós" y una sonrisa. No se por qué no consigo ser yo misma con él, como lo soy y lo fui con Moni desde que la conocí, o como lo soy con Ali. Hablando de Ali, cuando llego a casa la llamo e intentamos convencer a mis padres para que vaya a dormir a su casa e... igual que siempre, les convencemos y me paso la noche con ella y con Eagren. No les hablo de Noah, pero él se pasa por mi mente varias veces durante la noche y la noche siguiente (la cual pasamos en mi casa, ¿cómo no?).

Pasa otra semana y por fin llega el gran viernes. Igual que las semanas anteriores, estoy cinco minutos antes  y pronto llegan Noah y Moni.

- ¡Hola, Oli! - me saludan los dos a la vez
- ¡Hey! 

Hoy no tenemos mucho tiempo para hablar ya que Oli entra en clase y nos dice que nos sentemos en círculo, como siempre. 

Jugamos a una especie de pañuelo extraño en el que cuando digan nuestros números, tenemos que ir corriendo al centro y Oli nos hace parar. Según la postura en la que quedemos, los demás tienen que decir escenas en las que parece que estemos y tenemos que representarla improvisando un poco. A Moni y a mí nos toca en grupos diferentes, la idea no me mola mucho pero me toca en el mismo grupo que Noah y se sienta a mi lado.

- Que tontería de juego ¿no? - me susurra y se ríe. Le miro, no me parece ninguna tontería de juego, forma parte de los ejercicios de improvisación y además resulta bastante divertido, pero supongo que es su manera de empezar la conversación. 

- Yo no creo que sea una tontería, nos ayuda con la improvisación, y es divertido.

- Puede que sí, pero se podría haber currado un poco el nombre, ¿el pañuelo? No me jodas, a eso jugaba yo cuando era pequeño. - Se ríe y yo le acompaño, es un chico bastante majo.

- Yo también jugaba a ese juego, y era bastante buena, la verdad - volvemos a reír.

- Pues a ver si este se te da igual de bien - me sonríe y justo Oli dice mi número. 

La idea de levantarme y actuar ante todos mis compañeros me aterra. Odio estar frente al público si se le puede llamar así a unos cuantos adolescentes metidos en una misma habitación. Me ha tocado con un chico de gafas y un poco alto llamado Lucas. Noah me mira mientras voy hacia el centro y cuando Oli nos dice que paremos mis compañeros deciden que parecemos una madre que regaña a su hijo porque se pasa el día con los videojuegos. 

- ¡Te pasas el día pegado a esa estúpida pantalla! - comienzo a decirle - ¿por qué no sales y haces amigos?

- Que sí que sí - Lucas está concentrado en una pantalla imaginaria con un mando imaginario.

- Pero, ¡¿me has oído?! - le grito intentando no reírme.

- Sí, sí, ahora pongo la mesa - todos se ríen y yo intento con todas mis fuerzas aguantarme la risa. Parece que a él también le está costando.

- Te estoy diciendo que salgas un poco de casa, que te pasas el día con los vídeo juegos, ¡No que pongas la mesa! - me está costando muchísimo no echarme a reír, pero me lo estoy pasando bastante bien

- Que sí, que sí - sigue concentrado en la pantalla imaginaria. Le desenchufo el cable imaginario, se levanta y me mira enfadado - pero ¡¿qué haces?! Estaba a punto de ganar la partida - tira el mando imaginario contra el suelo. Esto se le da mucho mejor que a mí.

- ¡Estás castigado! ¡A la calle! - señalo la puerta del aula y todos se ríen. Entonces Oli nos felicita por la buena improvisación que hemos hecho y volvemos a nuestros sitios. «Menos mal que ha pasado ya.» 

- Pues no se te da nada mal - me dice Noah con una sonrisa cuando me vuelvo a sentar a su lado.
- ¿Qué dices? Pero si lo he hecho fatal - me río porque no se muy bien qué hacer. Nunca había hablado con un chico, nunca. Vale, admito que no es tan difícil pero estoy algo nerviosa.
- Que va - mira hacia las dos chicas que han salido ahora, Moni entre ellas y se ríe de su interpretación - ellas lo hacen mucho peor.

Seguimos charlando durante toda la clase. Debo admitir que es muy majo aunque... no es nada del otro mundo... no sé por qué pero siento como que va a ser alguien muy importante en mi vida.

Cuando acaba la clase, Noah se levanta y se acerca a mí con los brazos abiertos «¿Este va a ser mi primer abrazo con un chico?» Sí, parece que sí. Se acerca más y me estruja en sus brazos. Le devuelvo el abrazo y me siento algo extraña al abrazarle. No es tan intenso como los que le doy a Ali o a Moni pero... me gusta y cuando abrazo a Moni me arrepiento de no haber abrazado con más fuerza a Noah.