Luces de la ciudad

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Título: LUCES DE LA CIUDAD

Autora: Clumsykitty

Fandom: MCU

Pareja: Stony, ligero OC/Tony

Derechos: nada es mío.

Advertencias: estos son una serie de drabbles consecutivos que fueron publicados allá en mi rincón playero de Facebook, recolectados en formato fanfic. Albricias, albricias. Tiene cambios con respecto a Civil War, como siempre. Un Peter diferente, mayor y adoptado.

Gracias por leerme.



LUCES DE LA CIUDAD

(Parte uno)


Tony no había probado su cena otra vez pero ahora Peter no le dijo nada, mirando su plato medio vacío al sentir la mano de su papi acariciar sus cabellos, animándole a terminar para que le fuese a recostar en su cama. La cena era del tío Rhodey que se las había obsequiado cuando fueron a visitarle al centro de rehabilitación donde estaba terminando su tratamiento para volver a caminar. Peter ya sabía calentar los alimentos en el microondas, no que fuese algo realmente del otro mundo, pero deseaba hacer tantas cosas para sacarle una sonrisa a Tony. Tal vez para poder sonreír él también. No era fácil. Había mucho silencio en la torre, la gran parte de las habitaciones permanecían con las luces apagadas, igual que el reproductor de música o la televisión. Solamente las pantallas de suave color azul de Viernes alegraban aquel ambiente tan triste.

Peter hubiera querido decirle del próximo evento más no le pareció una idea prudente porque era el día de presentar a sus padres en la escuela, de saber en qué trabajan o qué hacen en sus ratos libres. No era algo así como muy obligatorio, él ya había prevenido a la maestra diciéndole que sus padres eran personas sumamente ocupadas, no era posible en un horario matutino como el de la escuela que ellos se presentaran. Afortunadamente su maestra era medio despistada así que no le presionó con preguntas que resultarían amargas de responder, asegurándole que no había problema alguno si él no llegaba ese día con sus padres, siempre habría más eventos donde ellos tendrían la oportunidad de mostrarse. Peter agradeció con una sonrisa cordial y se retiró con su mochila tras la espalda, esperando a que llegara el auto por él, sin prestar mucha atención a los insistentes murmullos de los niños alrededor.

Sí, antes había sido feliz con dos padres, todo había sido como un arcoíris brillante con unicornios galopando a los lados y estrellas saltarinas sobre ellos. Antes. Todo había sido de ensueño luego de salir de aquella casa hogar sosteniendo las manos de Steve y de Tony con tal fuerza que ellos rieron antes de cargarle, asegurándole que eran ya una familia, nadie los iba a separar. Por unos años así fue para Peter. Hasta que vino esa horrible pelea que alejó a su papá del hogar, porque estaba defendiendo a un hombre que pertenecía a su pasado, alguien sumamente importante, mucho muy importante que el mundo no era nada comparado a él. Ni siquiera ellos dos. Tony le había dicho repetidamente que no era su culpa, que si había alguien a quien reclamar era a él mismo por cometer tantos errores.

Ahora resultaba que todo era un desastre, porque muchos países estaban enojados con los Vengadores, decepcionados de sus padres, temerosos de los llamados superhéroes. Y a Peter ya no le parecían tan brillantes las luces de la ciudad que alcanzaban el ventanal de su recámara, habían dejado de ser las estrellas titilantes que le adormecían mientras escuchaba la voz de Steve contarle alguna historia para dormir, entre los brazos protectores de Tony. Los niños de la escuela preguntaban por su papá, otros más mañosos solamente querían hacerle enojar o hacer llorar en los pasillos al comentar sobre los Vengadores. Incluso ahora tenía otra mochila diferente, como la de los demás para ya no levantar más preguntas dolorosas. Ser un niño de siete años adoptado con unos padres separados no dejaba mucho espacio para sonreír, pero sí un montón para llorar.

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