Capítulo 1
Mi despertador comienza a sonar, lo miro y son las 5 de la mañana. De pronto recuerdo que hoy cogo el avión hacia la selva Amazonica, así que, emocionada, me levanto rápidamente y entro en la ducha.
Después de 35 minutos estoy duchada, vestida y sentada en la mesa del comedor. Como cereales mientras miro la previsión del tiempo por internet: no existen predicciones para esta zona. Genial, no sé el tiempo que hará cuando llegue a la selva. Termino de desayunar y voy a mi cuarto, cogo la maleta y voy al cuarto de Kate.
- Cuídate y ten mucho cuidado..- me dice la joven Kate de 22 años con los ojos entreabiertos y la melena alborotada.
- No te preocupes.
Le doy un suave beso en la frente y me dirigo hacia fuera.
Mientras espero que llegue el taxi miro mi móvil: Buena suerte cariño. Espero que salves muchas espécies de plantas y animales. Llámame cuando llegues porfavor. Te quiere, tu madre. xx
Me sale una pequeña lágrima del ojo derecho. Sé que no voy a la guerra, ni me mudo para siempre, pero voy a estar fuera 3 meses, alejada completamente de la humanidad.
El taxi llega, guardo mi móvil y subo a este.
- Al aeropuerto, a la terminal B, porfavor.
- En 30 minutos estamos allí.
El hombre es moreno, de ojos grises y tez oscura. Está muy concentrado en la carretera, así que decido no molestarle y dormir hasta que lleguemos.
- Pasajeros con destino a Rio de Janeiro, embarquen por la puerta número 6- después lo repite en otros tres idiomas.
Me dirigo hacia la puerta de embarque y paso mi equipaje de mano por una cinta. La recogo cuando sale y voy hacia el avión.
Es bastante grande a los que habitúo a ver. Por dentro es acogedor, y está separado por secciones. Yo, junto a otras 4 personas, voy a la sección 28, y me siento en el rojo sofá al lado de la ventanilla.
Cuando el avión despega son las 6:50, y hace unos 30 minutos que se ve el sol por el horizonte.
Estoy bastante cansada, y los pasajeros que van en mi sección parecen todos empresarios, así que decido dormir lo máximo que pueda, el vuelo dura 5 horas, y no quiero aburrirme.
Me despierto justo 30 minutos antes de llegar, y hablo un poco con el chico que está a mi lado. Se llama Luke, tiene 25 años, pelo marrón a juego con sus ojos y tez algo oscura. Me cuenta que vuela a Brasil para comprar un par de empresas, y de paso, pasar las vacaciones allí.
Subo a la avioneta que me llevará al corazón del Amazonas para dejarme allí tirada a merced de cuálquier ser de aquella gigantesca selva.
El avión despega de una ciudad cerca de Rio de Janeiro y se dirige hacia el sur.
- No eres de aquí, ¿cierto?
- No, soy del sur de Canadá.
- No estamos acostumbrados a ver chicas de piél pálida y ojos negros.
Mantego una agradable conversación con el hombre de 46 años y pelo negro azabache.
La avioneta se eleva denuevo en el aire y desaparece en el tupido cielo de nubes. Mierda, parece que va a llover. Comienzo a andar en busca de un refugio o de algún lugar para crear uno, hasta que me topo con una casita montada arriba en los árboles.
Subo por la escaleras de palos que hay colgando de la cabaña y llego a ella. Abro la puerta con cuidado, rezando para que no sea un escondite de cazadores furtivos o algo peor. Entro del todo y cierro la puerta. La casita es completamente de madera, hay un sofá verde a la izquiera, una pequeña cocinita a la derecha y enfrente mío hay unas escaleras. Voy hacia el sofá y me siento en él. Saco mi mapa de la mochila e intento averiguar dónde estoy.
- ¿Se puede saber que haces aquí?
Un chico moreno de pelo rizado, ojos verdes y de unos 24 años baja por las escaleras.
- Lo siento, acabo de llegar y pensé que era un refugio- digo avergonzada.
- ¿Eres de alguna ONG?
- Sí, Rescute the animals.
- Buena fundación.
- Gacias, supongo.
- Me llamo Harry Styles, mi ONG se llama Love animals.
Harry se sienta a mi lado y se me queda mirando a los ojos y mi corazón comienza a latir más rápidamente. Me coge la mano y se acerca un poco más a mí.
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Lost In The Jungle -Harry Styles-
AdventureAnastasia Everdeen es una chica del sur de Canadá, morena, de piel blanca y de 21 años. Trabaja en una de las mejores ONG's, o eso cree ella. Decide irse al Amazonas, y ahí encuentra a Harry, a un encantador chico de 24 años, o eso parece. Durante s...