-Cariño, ya llegue - Por fin puedo ver a mi prometido, me han cancelado un vuelo, por lo que estoy antes en casa.
Nadie me contesta, debe estar tomando una ducha, que ganas de estar con él, ha pasado una semana y no puedo evitar sentir excitación de tan solo verle.
Subo las escaleras de nuestra casa, me meto en el baño de nuestra habitación.
Que extraño, no está aquí.
Su hermano Bill está pasando una temporada con nosotros, su novia le dejó en la ruina y mi prometido quiso darle asilo. Por lo que tampoco me extrañan los gemidos de la habitación de al lado de la nuestra. Lo raro es que él no duerme ahí.
Abro la puerta aún vestida de azafata, y la sorpresa que le quería dar a mi "dulce, apuesto, caballeroso y sobretodo "fiel" "prometido acabo siendo una sorpresa para mí.
-Pero qué...-Aún no me habían escuchado, dado que seguían en su juego. -¡Alexander! -Chillé lo mas fuerte y dolorida que pude.
-Pero qué...-Alexander se habia quedado sin habla, pero salió de sus pensamientos y habló -¿Tu qué cojones haces aquí? ¿No tenías que estar en Atenas?
-Me cancelaron el viaje, por lo que pude regresar de la Cuidad De México directo a Madrid y de ahí a Jerez...¿Qué...-No podía hablar de la impresión.
-Cariño, déjame explicarte - Esther estaba igual de sorprendida que él, pero ella no había articulado palabra.
-¿Explicarme qué? ¿Qué todo este tiempo he estado comprometida con un cínico gilipollas infiel? -Noto mi respiración demasiado agitada, pero no puedo demostrárselo porque...porque no quiero y ya - ¿Por qué me hiciste esto Alexander? Yo te amaba, deje todo por ti y tu...¿me pagas con esto? -Ahora me dirijo a Esther -Y tu puta barata, te creí mi amiga, Te confíe los preparativos de mi boda, y me sales siendo infiel a tu marido... vaya hetaira estás hecha -No me dejo continuar porque salió a defenderse.
-Escúchame, esto tiene una explicación.
-¡¿Qué explicación zorra barata!? -Estaba apunto de estallar, me sentía mareada últimamente, con náuseas y vómitos constantemente, pero Alexander no lo sabía porque la mayoría de las veces ocurrían mientras estaba de servicio como azafata
-Kristal, ¿Te sientes bien? -Me preguntó Alexander
-No mucho mejor que tú estú...
-¡Cállate Kristal! Estás mal, tengo que llevarte a un hospital ahora mismo.
-¡No! No quiero saber nada de ti ni de tu hetaira en turno. -Dicho esto salí hecha una furia, baje demasiado rápido los escalones de la escalera doble y muy cabreda, por lo que pisé mal un escalón y tropecé.*****
-Cariño, estoy aquí, para cuidarte ¿recuerdas?. Aún sin estar casado te juré que siempre sería así, en las buenas y en las malas nena. ¿por qué no me lo dijiste preciosa? , hemos perdido a un varoncito, a nuestro Patrick... -Escuchó sollozos de parte de Alexander. ¿de qué coño habla? ¿un varoncito? ¿Patrick? ¿qué me pasó? .
-Mi amor, despierta ya, he estado una semana entera esperando a por ti...da una señal de vida mi agapi mou. Te echo tanto de menos mi cielo.
¿qué me ha pasado? Quiero abrir los ojos, moverme, pero no puedo. Me es imposible.
Siento que Alexander me toma con una de sus fuertes manos la mejilla y con la otra la mano, esperando alguna reacción.
Logro mover la mano, aunque haya sido un poco, he estrechado la mano de Alexander, eso me llena de alegría.-¿qué ha sido eso Kristal? Hazlo de nuevo mi reina, por favor, estrecha mi mano de nuevo por favor -Escuchar como Alexander se derrumba en llanto me parte el alma, nunca me ha gustado ver a Alex llorar y menos así, menos por mi.
Logro volver a estrechar su mano y noto su emoción, vuelvo a hacerlo pero esta vez sin esfuerzo, abro de a poco los ojos y lo primero que visualizo es a un Alexander atento, un Alexander que no había conocido.
-Kristal, mi amor, abriste los ojos nena, gracias por devolverme la felicidad.
Sigo ida, no sé como reaccionar.
-¿dónde estoy Alex? ¿qué ha pasado?¿por qué me duele tanto el vientre? -Apenas puedo hablar, pero no podía pasar desapercibida esas preguntas.
-Mi amor, deja que llame a los médicos para que me digan como sigues ¿vale?
Asiento con la cabeza
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¡NO ME DEJES!
Romance-No, no te vayas, te necesito a mi lado -Suplique hasta que volteo a verme. -¿Quién es usted? ¿Qué hace aquí, interrumpiendo mi vuelo? Su tono indiferente hizo estragos en mi cuerpo, ¿quién era para él? Una simple hetaira que pensó que porque iba...