Cuando la lluvia caiga sobre tus ojos.

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No mucho puedo decirte. A estas alturas debes estar convencido de que tu vida está destinada a funcionar de una única manera en especial. Puedo asegurar que dejas las fichas de tu fe en algo que tu sabes que te pasará cuando te levantes, como el desayuno, o el almuerzo si es de los que duermen mucho. Mas no ves mas lejos que ello. Tus días transcurren con tu futuro oculto en una niebla que nuestra vista al desnudo no es capaz de penetrar.
Nosotros mismos admitimos desear estar encaminados en la dirección correcta hasta nuestra meta máxima. Si creés que ya has llegado, ¡No te detengas! Si piensas que vas por buen camino, ¡No te apresures!
Pero si crees que te has perdido, que has hallado un obstáculo, que te han arrebatado tu sendero, o solamente no quieres seguir caminando. Una lluvia te alcanzará.
Temer es lo menos que debes hacer, por que no es una lluvia de mal. Son gotas de agua las que caen. La misma agua que destinas a lavar tus comidas, objetos y extremidades. No te refugies de ella. Acéptala y deja que golpeé sobre ti. Permitele que fluya por tu rostro, llevándose consigo toda suciedad que puedas pensar tener. Acepta la bendición del clima, y mira hacía arriba. Que el cielo siempre estará ahí para ti.

Ve A Través De La NieblaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora