The girl of the window

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𝓓esde pequeño siempre estuve involucrado con chicas, casualmente siempre terminaba en problemas con ellas o ellas conmigo. Lea Collins, mi primera novia en cuarto grado. Termino conmigo lanzándome su choco-milk encima de mi, porque según hubo rumores de que Sandra Romans me iba a invitar a la fiesta del catorce de febrero. Tracie, Julie y Amanda, fueron mis amores desde sexto hasta séptimo grado. Sí, al principio estuve con una y al final termine enrollado en un triángulo amoroso.

Lo peor qué les puede pasar.

En serio, es una mierda total.

Sí, fui un imbécil. Ya pase mi etapa de ser un grano en el culo y sé qué tampoco es necesario seguirles enumerando y contando mis folladas y romances fallidos, porque sé qué se aburrirían.

Luego de un tiempo apareció un ángel, Sabanna. Fue la última chica qué le comenté a mi papá. Sabanna era especial, era hermosa. Pecosa y silenciosa, pelinegra con ojos grises. Preciosa, un ángel caído del cielo. El problema era qué ya yo no la veía como tan solo sexo, quería algo más allá.

—"Hijo, ser novios no implica solo sexo, implica ser dos amantes enamorados, qué ven la misma luna y el sol de diferentes perspectivas... Sólo qué... Enlazadas —Sonrió viéndome con un destello en los ojos— Y estoy consciente que no todo el tiempo es fácil, yo hoy en día sigo conociendo a tú madre y miranos, tenemos casi veinte años juntos —Sacudió mi cabello— Estoy orgulloso de ti, acabas de dejar de ver a las mujeres como un pedazo de carne, ahora las ves como una obra de arte hecha por los mismísimos angeles.

Poderosas palabras de el mismísimo Samuel Kaufman, diablos. Me convertí en un romántico desbocado, qué maricón.

Después de todo el rollo de Sabanna, a pesar de qué todo haya terminado mal, muy mal. Me di cuenta qué lo bueno siempre queda para el final. Además sino paso fue por algo.

También me he dado cuenta, muchísimo tiempo después, cabe aclarar, qué nunca está de más sentir. Siempre explotamos de sentimientos, de amor, de tristeza, rabia, lujuria y mil sentimientos más. Y siempre habrá un momento en el qué tenemos que sentir, ya sea un día o un mes.

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—Señor Kaufman... señor Kaufman... ¿quiere prestar atención a mi clase o seguir mirando la ventana?

—¿Ah? mmm, sí, lo siento —Me disculpe con el profesor Belgrano. Sacudí mi cabeza y me concentre en anotar algunos detalles que podrían servirme en el test. Este año de universidad ha sido muy tedioso en sí y lo que me preocupa es el cambio de universidad que haré, espero la otra universidad sea mejor.

—Bien... señor Kaufman —Levanté rápidamente mi vista de la libreta— ¿Quisiera decirnos que corriente hay o conexión entre el arte cinético y el óptico?

—El arte cinético y el arte óptico son corrientes artísticas basadas en la estética del movimiento. Está principalmente representado en el campo de la escultura donde uno de los recursos son los componentes móviles de las obras —el profesor asintió y prosiguió con la clase explicando algunas características y algunos detalles que varios de mi salón no sabían.

Al terminar de explicar el profesor nos dio la hoja para empezar a resolver el test sobre esta clase. Leí cada una de las preguntas y las resolví lentamente y fácilmente. Recogí mis cosas y las guarde en mi mochila la tome y entregué mi examen— Te enviaré todas tus calificaciones de este año y el anterior por correo para que no tengas ningún problema con los papeleos en la otra universidad. Fuiste un gran alumno Kaufman espero lo sigas siendo y espero verte triunfar —El profesor me miraba con una gran sonrisa y su rostro estaba nostálgico, le susurré un "gracias" y le di un pequeño abrazo y me dirigí a la salida rápidamente.