El Proyecto Nerd (EPN#1) | ✓

Prólogo.

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Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio, electrónico o mecánico, sin el permiso escrito del autor. Este libro es una obra de ficción, los nombres, personajes, lugares y situaciones son o bien productos de la imaginación o usados de manera ficticia por el autor. Cualquier parecido con la realidad, lugares o personas, vivas o muertas, es pura coincidencia.

(Es decir, roba esta historia, y te encontraré para hacerte sufrir las consecuencias.)

Esta es la primera temporada.

La segunda temporada está en mi perfil, con el nombre de Alex y los Chicos.

Prepárate para una historia cliché e insoportablemente dulce. El que avisa no es traidor, corazón.

***

Prólogo

—¿Qué pasa con Hayley? —preguntó mi amigo Leo haciendo un gesto con la barbilla.

—Ya estuve con ella —respondí con desgana, ignorando las miradas coquetas de la morena.

Estábamos haciendo nuestra lista de citas diaria, la que había sido un fracaso los últimos días.

—¿Micky? —preguntó.

—Estuve con ella.

—¿Allie?

—Más de lo mismo.

—¿Samantha?

—También. Creo que estuve con todas —suspiré—. Estoy aburrido de esta gente.

Leo escaneó el lugar de nuevo.

—¿Qué pasa con Alex? —dijo dudoso. Me senté más erguido.

Lo miré.

—¿Alex? ¿Por qué querría estar con ella? La única experiencia que tiene son los libros pegados a su cara.

La localicé casi de inmediato, estaba sentada con Summer, una friki de la informática (también estuve con ella) y con un chico regordete. Llevaba el pelo recogido en una larga trenza, las gafas de grandes monturas enmarcando su cara pequeña. No era lo mío.

—Es una chica, ¿verdad? Hiciste un pacto, amigo, para cuando llegaras a último año tendrías a todas las chicas a tus pies —dijo Leo, los dos la miramos—. Y si no lo hacías juraste que nunca más tocarías una chica.

Eso era imposible. Todo el mundo lo sabía.

—Me refería a chicas atractivas —le recordé, pensando que ese era el final de la conversación. Me irritaba sobremanera que me ignorara a pesar de lo que había dicho.

Soy Colin Matthew, nadie pasa por delante de mí. Me besas los pies y me llamas rey.

—Puede que no esté buena, pero no todo es permanente en esta vida —dijo Leo.

Rodé los ojos. Su abuelo era japonés, lo que hacía de Leo un gran filósofo. Nunca daba respuestas directas; más bien lecciones de vida.

—Ahórrate la charla y solo dime a dónde quieres llegar, —me incliné hacia delante, intentando verla mejor.

—Eres un chico, sabes lo que te gusta, haz que se convierta en esa chica. Y quédate con ella —explicó, llevándose una patata a la boca—. Lo llamaremos El proyecto nerd.

—¿Por qué querría hacer eso? Suena a mucho trabajo —me burlé.

—Estás aburrido, ¿verdad? Hazla hermosa. Haz que se enamore de ti —dijo con escepticismo—. Hazla tuya.