17 de febrero

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-Anne despierta- dije a gritos al entrar a la habitación de mi hermana.

-Aun no- me respondió somnolienta y se cubrió la cara con la sabana.

-No te estoy preguntando, mamá ha dicho que ya debes bajar a desayunar porque tienes ensayo dentro de dos horas.

-¡El ensayo!- grito mientras saltaba rápidamente de la cama- lo había olvidado por completo.

<<Que tontería es preocuparse por un estúpido ensayo>>; pensaba mientras miraba a mi hermana volverse loca buscando un buen atuendo.

-Danielle, ¿podrías buscar en la mesa junto a mi cama el dije que me ha dado papá?

-Claro- conteste despreocupada.

-Gracias, dile a mamá que ya bajo, tomare una ducha rápida- me pidió mientras entraba al baño.

-Ok- conteste entre dientes, confieso que no me alegraba ni me entusiasmaba ayudarla en absoluto.

Corrí por las escaleras saltando de tres en tres los escalones, brincando y haciendo un escándalo, sabia que eso le molestaba a mamá y a decir verdad me causaba gracia hacerla enojar.

Cada vez que brincaba en las escaleras, ella solía gritarme <<Danielle Alejandra deja de saltar en las escaleras, podrías caer>>
Debo admitir que cuando tenia tres o cuatro años aquel grito me asustaba, porque imaginaba que si caía me saldría mucha sangre y podría morir, pero a esta edad solo me causa gracia.

Como iba diciendo baje las escaleras saltando; y grande fue mi sorpresa cuando mi madre no dijo nada, ¿que le sucedía?, en toda mi aun corta vida nunca se había quedado callada al verme saltar en las escaleras.

-¿Madre? ¿Estas ahí?- pregunte buscándola con la mirada dentro de la cocina.

-Si Danielle, ¿Sucede algo?

-No, nada es solo que esta vez no me dijiste nada.

-Nada ¿sobre que?-dijo como si no lo hubiese notado

-Baje las escaleras saltando- conteste entre risas

-¡Ah! Sobre eso, bueno verás pienso que una niña de tu edad ya puede medir las consecuencias de sus actos así que ya no te advertiré mas sobre eso, además nunca me has hecho caso, de manera que no tiene ningún caso continuar diciéndote que no saltes por las escaleras.

-Dale mamá, pero si lo dices como si fuera una gran responsabilidad.- dije a risas e imitando su voz de una forma burlona.

-Si lo es, y yo no hablo así- contesto riendo

Algo debía estar sucediendo, mamá no sonríe muy seguido y aquella mañana parecía estar demasiado alegre.
-¡Oh! madre casi lo olvido, ya desperté a Anne y dice que ahora baja.

-Esta bien,espero que no tarde mucho, no quiero llegar tarde otra vez.

-Claro el ensayo, no entiendo cual es la importancia de esos estúpidos ensayos.

-¡Esa boca niña! No quiero que digas ese tipo de palabras.

-Es solo una palabra madre- conteste enojada.

-No me interesa, solo no la vuelvas a decir y ya.

-Si madre claro- le respondí irónicamente

-Bueno, ahora desayuna para que te vayas a la escuela

-¿Anne no irá a clases?

-No ya avise a su profesora que no irá por el ensayo.

-Bueno, no tengo hambre, ya me voy- conteste mientras tomaba mi mochila

-Por lo menos bebe el jugo.

-Esta bien

Bebí el jugo que mi madre había preparado y salí de casa sin decir adiós, aun estaba molesta por la forma de ser de mi madre, además no entendía por qué Anne podía faltar a la escuela y yo no; y por qué mi madre no me dejaba hacer cosas extras como mi hermana lo hacía, quizás era porque yo no tenía ningún talento y probablemente de haber intentado hacer algo extra habría fracasado, tal vez mi madre solo quería evitarme el ridículo.

Camine lentamente hacia la escuela, no tenía muchas ganas de ir, pero tampoco tenía otro lugar al cual llegar, así que no tenía más que asistir a clases.

Anne siempre había sido la mejor hermanita del mundo, siempre me trataba bien, a pesar de que yo no la tratase de la misma forma y por el contrario siempre le gritaba y discutía por lo más mínimo.

No puedo siquiera describir el tamaño de la envidia que le tenía a mi hermana, a veces trato de alentar mi propio dolor pensando que quizá todo el rencor que le tuve a mi hermana no debía ser en su contra puesto que quien en realidad me limitaba era yo misma.

Llegue a la escuela, parecía un desierto, aun no había alumnos, mire mi reloj; el mismo que con tanto esfuerzo mi padre me había conseguido antes de tener ese empleo que hace que ahora solo le vea dos o tres veces al mes; 6:35, <<Me he precipitado demasiado, aun es muy temprano>> pensé, me metí en la biblioteca que era mi lugar favorito, solo allí podía estar tranquila, sin pensar en mamá, en Anne, en papá, ni en nadie más, la biblioteca me ayudaba a escapar de mi propia mente y crear un universo entero donde todo era posible y donde nadie podía juzgar lo que hacía o intentaba hacer. Cada libro, cada pagina e incluso cada palabra lograban provocar en mi alguna sensación nueva

Mi celular vibró, no era muy común que eso pasara, mamá y papá eran los únicos que me mandaban mensajes o llamaban de vez en cuando para saber donde estaba <<Quién podrá ser>>me preguntaba con un poco de interés, y es que acababa de salir de casa así que no podían ser mis padres porque sabían a donde me dirigía y a menos de que algo malo hubiese pasado, no tenían razones para buscarme.

Saque el celular del bolsillo trasero de mi pantalón y lo encendí <<Danielle, soy James, solo quería avisarte que no podré salir contigo como habíamos quedado, lo siento, es solo que a mi madre se le ha ocurrido salir de casa y debo acompañarla, pero te veo mañana y entonces saldremos a donde tu decidas ir, te quiero. >>, por un momento aquel mensaje me había confundido, había olvidado por completo que saldría con James.

Él era mi mejor amigo desde los 6 años y jamás nos habíamos separado y por primera vez saldríamos juntos sin que nadie nos acompañara.

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⏰ Última actualización: Dec 20, 2016 ⏰

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