Es extraño caminar por esas calles que frecuentábamos juntos sin sentir su tibio tacto, sin sentir como me atraía a su cuerpo y me abrazaba con sus fuertes y delicados brazos. Es incómodo seguir escuchando las mismas canciones aun sabiendo que no las volveré a disfrutar como antes sentado a su lado. Es hipócrita seguir yendo a misa después de todo lo que he hecho. ¿Lo peor? ¿De verdad te atreves a preguntarlo Kim Jongin?. No te imaginas lo desgarrador que fue verlo ahí, tirado en la camilla de un hospital con el rostro desfigurado y sus ojos rogando por que hablara. Yo estaba ahí, quieto sin hacer nada pudiendo hacerlo todo ¿Entiendes a que me refiero? Claro que si lo entiendes Kim, al fin y al cabo usted señor, fue quien lo gatillo todo ¿No?. Aún así, noche tras noche luego de una larga sesión de sexo en la que dejo que tus manos me toquen completo, en la que dejo que las mismas manos que lo llevaron al infierno me lleven a un océano de exquisitas sensaciones, recuesto mi confundida cabeza en tu desesperado pecho.
Lo recuerdo bien, esa noche llegaste con tus manos y prendas ensangrentadas. En tu rostro el odio calcado, dibujado con tanta precisión que me hizo encoger, guardar silencio y esconderme en alguno de los pasillos de su asquerosa mansión, señor. Me límite a llorar solo cuando no estabas en casa, porque para ti, precisamente a usted señor Kim, debo recibirlo con una gran sonrisa llena de respeto y amor. Fue su frialdad, su crueldad, su falta de humanidad al llevarme al funeral de el lo que me hizo reflexionar, reflexionar mas no reaccionar. Me presentaste como tu esposo. ¡Soy el esposo de su mejor amigo!, algo se revolvió dentro de mi y las lágrimas exigían salir, obvio las ignore ¿Quién soy yo para llorarlo?
- Vamos KyungSoo, dejemos que la familia se despida tranquila- no me dejaste llorar por el, no me dejaste llorar para sus inertes ojos, Kim Jongin, no me dejaste despedirme aun sabiendo que ya no era una amenaza.
No dije nada, aún sabiendo que las manchas oscuras en tu camisa no eran nada mas que su sangre. No he dicho nada por respeto, respeto a nuestro compromiso y aunque suene ilógico me gustaría aclarar que aun lo tengo, aun te amo, aun soy adicto a tus labios, a tu sucio tacto de hombre infiel, ingrato, malvado, aun amo tu frío y obsesivo tacto.
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ChanYeol murió un 3 de abril a las 23:37 en una camilla de hospital luego que le dieras la paliza de su vida. ChanYeol murió en tus manos.
Byun BaekHyun, su esposo, murió en el acto y aunque su corazón sigue latiendo su conciencia permanece dopada todas las mañanas gracias a los anti depresivos y medicamentos para poder conciliar el sueño.
¿Tú? Moriste hace años, cuando supiste que habías nacido para ser un frívolo empresario.
¿Yo? Mejor sigamos rezando.
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Compromiso [KaiSoo]
Short StoryAun así noche tras noche luego de una larga jornada de sexo en la que dejo que tus manos me toquen entero...